Italia proclama a Plácido Domingo el 'monarca de la lírica' en sus bodas de plata como tenor

La Arena de Veroña será escenario esta noche de la gran gala en honor de Plácido Domingo, para celebrarlas bodas de plata del tenor español en el consagrado escenario de la lírica internacional que, con su desdoblamiento en director de orquesta y sus cinco días de maratón de artista todo terreno, ha hecho hablar a los italianos de actuación atlético-musical única en el mundo, y calificarle de monarca absoluto de la lírica.

El viernes cantó Otelo; el sábado debutó cómo director en Italia con la Aida, de Verdi, y hoy cantará., con tres compañías distintas y en trajes de época, el primer acto de Otelo, el tercero de La Bohème y también el tercero de Aida. Será Otelo, Rodolfo y Radamés en una sola noche. Aquí hablan de Guiness de los Récords.El fenómeno Domingo ha hecho rendirse a un público no siempre fácil, ahora entreverado de espectadores ocasionales por mor del turismo estival, que ha puesto de manifiesto la capacidad con que el cantante ejercita su doble papel de tenor y director y su saber estar escénico bajo los 35 grados con que Verona obsequiaba el sábado por la noche a los asistentes a su Arena, enfundado en un frac empapado que hubiera podido escurrirse como recién sacado de la lavadora.

No en vano Domingo se bebió tres litros de agua de una atacada para huir de la deshidratación. Aunque ya haya dirigido en el Metropolitan, el Covent Garden y la Staatsoper -una quincena de veces-, el sábado fue la primera ocasión en que los italianos le veían con la batuta, en una edición extraordinaria de la Aida, de Verdi, con dirección Gianfranco de Bosio y la presencia en escena de Deborali Voigt (Aida), Lando Bartolini (Radamés), Ludmila Schemtchur (Amneris), Silvano Carroli (Amonasro), Franco de Grandis (el rey) y Bonaldo Giaiotti (el sacerdote). La coreografía corrió a cargo de Susanna Egri. La escenografía histórica fue la misma que Ettore Fagiuoli preparó en 1913, año de inauguración de la Arena de Verona.

En esta primera presentación como director ante el público italiano, Plácido Domingo fue acogido con clamor de aplausos e invocaciones corales de su nombre, a las que no fueron ajenas los miembros de un club de fans, compuesto exclusivamente por mujeres, que hoy estarán también presentes en la Gran Gala.

Entusiasmo por el maratón

Aunque sea más frecuente en las estrellas del rock que en los primeros espadas de la lírica, el entusiasmo desatado por la maratón musical de Plácido Domingo en Verona no está impidiendo que las informaciones sobre su actuación aporten todo tipo de datos concernientes al ídolo, como el marcaje al que le somete su mujer, Marta Ornelas, los misterios sobre su edad -¿tendrá 60?, se preguntan- o la coquetería de llevar las gafas sólo en los ensayos y quitárselas a la hora de la verdad, que hizo que, al final del segundo acto de Aida, tuviera que dejarse poner una lentilla, sólo una, por quien un periódico llama "una graciosa corista". "Leía mal la partitura y no quería arriesgarse. Evidentemente, con el otro ojo ve bien", aclaró después tan graciosa criatura.Las bodas de plata de Plácido Domingo en la Arena de Verona, "el mayor acontecimiento lírico del año, la performance que ningún otro artista ha intentado jamás en la historia del teatro", según el diario La Stampa, de Turín, superan el espectáculo final de Los Ángeles con motivo de los pasados campeonatos mundiales de fútbol junto a Pavarotti y José Carreras. A la pregunta de si se siente más director o más cantante, el tenor español ha respondido: "Intento hacer ambas cosas con igual pasión y humildad".

Feliz y realizado

Plácido Domingo ha dicho sentirse feliz y realizado con la celebración de estos 25 años en la Arena veronesa. "Mi vida es la música sin retórica", ha añadido. "Canto y dirijo. Me siento en la plenitud de mis fuerzas, de mi madurez. Se me ha dado la posibilidad de realizar en cinco días una empresa jamás intentada con anterioridad. ¿Por qué no hacerla? No es vana gloria. Es un desafío a mí mismo. Hoy recojo las experiencias de los grandes directores con los que siempre he cantado e intento hacerlas mías. Creo que, para un hombre que tiene voz, cantar las más bellas melodías y dirigirlas es el máximo de la felicidad. Yo soy hoy un hombre feliz".En la gran gala de esta noche dirigirá Nello Santi, con Armando Tasso como maestro del coro, y la supervisión y coordinación de Gianfranco de Bossio. A Otelo-Domingo le acompañarán en escena Daniela Dessi, Leo Nucci, Vincenzo la Scola, Mario Bolognesi y Giancarlo Boldrini. En el tercer acto de La Bohème, de Puccini, Plácido Domingo cantará junto a Cecilia Gasdia, Leo Nucci, Adriana Anelli y Gianni Vanzelli. En el broche de oro de la noche, el tercer acto de la Aida, de Verdi, el tenor español actuará con Daniela Longhi, Leo Nucci, Stefania Toczyska, Bonaldo Giaiotti y Adriana Marfisi.