Solbes confía en enderezar el pacto presupuestario con CiU pese a las actuales "discrepancias"

J. CUARTAS A. DÍEZ El Gobierno mantiene la esperanza de que las actuales diferencias con CiU en la negociación de los Presupuestos del Estado para 1995 no desembocarán en una ruptura que pondría a los socialistas en la antesala de unas elecciones anticipadas. El ministro de Economía y Hacienda; Pedro Solbes, intentó mitigar ayer el malestar nacionalista y recalcó que el que haya "algunos elementos de discrepancia" no debe suponer "un obstáculo para llegar a un acuerdo. No creo que exista peligro de, ruptura"..El Ejecutivo confía en que en septiembre todo quedará resuelto, pero no oculta que en esta ocasión el desacuerdo sobre medidas económicas es de gran calado, más allá de una táctica de negociación.

Solbes se esforzó en alejar la impresión de que la estabilidad del Gobierno, cimentada en el apoyo de CiU, corre peligro. El titular de Economía, quien participó en los cursos de verano de La Granda (Asturias), resaltó que socialistas y nacionalistas catalanes. mantienen "un acuerdo relevante en cuanto a la filosofía [de los Presupuestos], aun cuando existen divergencias en las cifras"."Tengo confianza", insistió el ministro, "en que al final podamos llegar a un acuerdo. Si lo hay, magnífico; si no lo hubiera, qué se le va a hacer, pero si hacemos los esfuerzos necesarios por una y otra parte, deberíamos ser capaces de llegar a un acuerdo a lo largo del mes de septiembre".

De la voluntad de acuerdo Solbes apartó expresamente la reforma del mercado laboral, en la que CiU desea nuevas variaciones. "El Gobierno ha he cho una reforma laboral equilibrada y la que cree conveniente, y no se va a plantear otra distinta, diga lo que diga el señor Pujol", enfatizó. "Cambiar algo cuando acaba de ponerse en marcha no tendría sentido y sería suicida. La posición del Gobierno en este aspecto es clara", resaltó el ministro.

Fondos de cohesión

Solbes diferenció la negociación estricta de los Presupuestos de las cuestiones autonómicas que CiU ha puesto sobre la mesa: reparto de los fondos de cohesión de la UE y financiación de la Sanidad. El Ejecutivo sostiene que ambas no son materias "a negociar ni con la Generalitat, ni con CiU" y que "no condicionan los Presupuestos". "Son cuestiones", dijo, "que afectan a todas las comunidades y, por tanto, su decisión deberá adoptarse en un Consejo de Política Fiscal y Financiera en septiembre".

El ministro aseguró que, en sus reuniones con el consejero de Economía de la Generalitat, Macià Alavedra, se ha llegado la un acuerdo sobre la filosofía del modelo" que el Gobierno ofrece para la participación de las comunidades en los fondos de cohesión, pero no lo hay en cuál debe ser la cantidad global de esos fondos que el Estado pondrá a disposición de a las comunidades.

También hay acuerdo, según Solbes, con la práctica totalidad de las comunidades sobre el sistema para la financiación de la sanidad. "Pero es verdad", matizó, "que hay un problema de deuda del pasado, pendiente de resolver. Ahí hay discrepancias con la Generalitat, pero también con otras comunidades"

Amén de las conversaciones con los nacionalistas vascos y catalanes, Solbes desea mantener contactos a primeros de septiembre con otros grupos parlamentarios. Las conversaciones con CiU se reanudarán a fines de agosto o primeros de septiembre, "con independencia de que pueda existir algún contacto telefónico a lo largo de este mes". Fuentes gubernamentales aseguran que Solbes procurará hoy mismo Volver a encauzar la negociación.

Fuentes negociadoras de CiU en Madrid aseguran que ha habido un cambio de posición del Gobierno, pues cuestiones que hace unos días parecían posibles, fueron declaradas irresolubles en la reunión del pasado lunes por Antoni Zabalza, estrecho colaborador del vicepresidente Narcís Serra.