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RELIGIÓN

El Gobierno regula la asignatura de Religión sin pactar con la Iglesia

El Gobierno ha dado calabazas a la Iglesia. No va a regular la asignatura de la Religión de acuerdo con los intereses de la Conferencia Episcopal Española. Ni siquiera la propuesta gubernamental, reflejada ya en decretos, ha sido consensuada con el episcopado. Así, la Religión no tendrá el próximo curso materia alternativa ni valor académico. Quienes no opten por la asignatura confesional asistirán a clase de estudio asistido. Y esta clase, como adelantó este diario, será de marías, como la Educación Medioambiental o la Vial. Tampoco estas materias tienen valor académico, con lo cual los alumnos que no acudan a ellas no suspenderán.

El Gobierno ha remitido ya los decretos al Consejo Escolar del Estado, que debe informar sobre su contenido en reunión de su comisión permanente convocada para el próximo martes. Los decretos sólo contemplan una salvedad, que tampoco satisface a los intereses de la Iglesia. Una clase sobre la influencia de los fenómenos religiosos en la cultura será la materia alternativa a la clase de Religión y Moral Católica en un curso de la Educación Secundaria Obligatoria (de los 12 a los 16 años) y en otro del Bachillerato (de 16 a 18). En ambos cursos, los alumnos que opten por no asistir a la clase de religión dedicarán ese tiempo al estudio de "las manifestaciones escritas, plásticas y musicales de las diferentes confesiones religiosas, que permitan conocer los hechos, personajes y símbolos más relevantes, así como su influencia sobre la cultura de las diferentes épocas".

Sentencia

Esa será la principal novedad que el Gobierno incorpora a la regulación de tan polémica cuestión después de que el Tribunal Supremo estableciera que el estudio asistido (como alternativa a la clase de religión) no puede referirse a materias fundamentales, como las matemáticas, del currículo porque ello puede suponer una desventaja para quienes sí estudian religión. La nueva norma, aún no oficial, respeta tal salvedad en los restantes cursos de la enseñanza no universitaria, y mantiene que las calificaciones de religión no se reflejarán en el expediente académico.Los obispos, según fuentes conocedoras de las negociaciones, aspiraban a que el Gobierno creara una nueva área educativa, de Religión, con dos opciones: una confesional y otra cultural. De esta forma, la asignatura de Religión y Moral Católica, que ahora no está integrada en el sistema educativo, al no depender de ninguna área, tendría reconocidos los derechos a los que aspira el episcopado: materia alternativa y valor académico. La solución del Gobierno levantará ampollas, tanto en la asociación que agrupa a los padres laicos (Ceapa), que defiende la fórmula Religión o patio, como en la católica (Concapa), que sostiene la propuesta episcopal.

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