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La directora del Reina Sofía lamenta la "ola conservadora y retrógrada" que vive España

El museo presenta sus adquisiciones de arte extranjero para la colección permanente

La directora del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), María Corral, calificó ayer de "frívola, absurda y un verdadero disparate", la idea de fundir las colecciones del museo del Prado y el MNCARS, cuando "todos los países están bocados a la tarea contraria". En su opinión, vivimos en España un momento muy conservador y retrógrado. "Me parece inadmisible que se cuestione a estas alturas a legitimidad del arte actual" dice. Según Corral, estamos, con respecto al arte de vanguardia, como hace 20 años. Ayer se presentaron las obras de artistas extranjeros adquiridas en los últimos tres años para la colección del museo; 32 piezas de 19 artistas de las últimas tendencias.

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Las obras presentadas ayer representan, de alguna manera, la apuesta más personal de María Corral en cuanto a la línea que ha trazado para la colección de arte contemporáneo del museo. "No es mi colección", puntualiza sin embargo la di rectora. "Siempre soy consciente de que estoy comprando para un museo nacional, un museo del Estado. Todas las adquisiciones están muy condicionadas por el presupuesto con el que se cuenta y por todo el campo que hay que cubrir. El museo, al menos desde que yo estoy, trata de cubrir la producción de los artistas españoles durante él primer tercio de este siglo, pero a partir de los años sesenta ya es más internacional. Estas adquisiciones internacionales se han hecho siempre pensando en la importancia de es tos artistas extranjeros, pero también en su relación con el arte español".Corral considera esencial seguir adelante en la formación de una colección de arte contemporáneo extranjero para el Reina Sofía, aunque todavía siga incompleta su colección de arte español. "Yo creo que es fundamental porque ya no podemos recuperar los artistas extranjeros de la primera mitad de siglo. Este museo no va a tener nunca a Matisse, Duchamp o Mondrian. Pero sí debe intentar que los artistas españoles estén en un diálogo con los artistas extranjeros, por lo menos a partir de los años sesenta", dice.

Jóvenes y consagrados

"Sin embargo, no solo hemos comprado a artistas ya consagrados, sino también a otros mucho más jóvenes como Tony Cragg, Lili Dujourie o Jean Fabre, que, cuando Juan Muñoz, Perejaume o Txornin Badiola son invitados a una muestra internacional, son los que se ponen a su lado. Compramos a unos y a otros para mostrar con quienes se comparan los artistas españoles del momento. Esa es nuestra línea para la colección, reflejar cuál es la situación del arte español y el extranjero", concluye Corral.Corral se muestra perpleja por las polémicas levantada por algunas de las exposiciones más recientes del MNCARS, en las que algunos intelectuales han llegado a cuestionar la validez del arte más vanguardista. Una discusión que, pese a las opiniones encontradas, rompió el tabú creado en los últimos tiempos sobre la sacralidad del arte contemporáneo más radical.

En su opinión, los vientos conservadores que soplan, no solo en España, sino en otros países, han alcanzado al arte de vanguardia. Corral asegura que se siente a menudo perseguida o incomprendida en su labor. "Lo que he sentido es que llevo desde el año 1971 de forma activa, peleándome por el arte contemporáneo. En cada instante defendiendo el arte que se hace en ese momento. Yo pensé que a lo largo de estos 23 años ya había muchas etapas ganadas, muchas cosas que ya estaban establecidas. Y, de pronto, ahora, se cuestiona incluso la misma legitimidad del arte actual, que es lo que me parece inadmisible, surrealista", afirma María Corral.

"Después de 23 años me encuentro exactamente en la misma postura que en el año 71, con una situación social y política totalmente diferente. Ahora tengo que contestar las mismas preguntas absurdas que hace 20 años. Y es muy duro. La gente ha visto muchas cosas y tendría que tener otra educación, porque aquí se ha hecho un gran esfuerzo en estos años, y se ha visto mucho".

Freud contra Beuys

"Yo digo que vivimos un momento retrógrado porque aquí hemos tenido simultaneamente las exposiciones de Lucien Freud y Joseph Beuys. Y hay gente que ha utilizado al primero para decir que Beuys es un mal artista. En lugar de decir que es un extraordinario artista y que Freud es un pintor excepcional, y que son dos formas de enfrentarse a la realidad y a la vida distintas"."Y también lo digo porque hace cinco años la crítica a la exposición de Beuys -o a la de Bruce Nauman o Gerhard Ricliter- habría dicho si esta era la mejor exposición que se podía haber hecho del artista o si faltaban piezas importantes. Nunca, nunca, se hubiera puesto en cuestión la figura y la importancia artística de Beuys. Es un momento conservador porque la gente, de repente, lo único que quiere es sentarse delante de la televisión y que le den reality shows. Cualquier otra cosa que les haga pensar les molesta. Y Beuys, y Richter y Nauman hacen pensar. Y eso es lo que no se acepta ahora".

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