El Insalud envía 4.200 pacientes de la lista de espera a quirófanos privados
Más de 4.200 madrileños que se hallan en lista de espera hospitalaria superior a seis meses se operarán antes de lo que piensan. Pero no serán atendidos en su hospital de la Seguridad Social. Un programa de reducción de la espera quirúrgica los llevará en los próximos seis meses a los quirófanos de siete clínicas privadas de la capital.La Dirección Provincial del Insalud (Instituto Nacional de la Salud) acaba de establecer un concierto con siete centros privados para acabar antes de final de año con la espera -que sobrepasa los seis meses en cataratas, hernias y artroscopias -un trastorno interno en la rodilla-. Son operaciones de relativa sencillez, pero que suponen el grueso de los atascos que se producen en los quirófanos de los 16 hospitales madrileños que gestiona el Insalud.
Actualmente, unos 40.000 madrileños se hallan en lista de espera para todo tipo de intervenciones quirúrgicas, según datos del Insalud. Un tercio de estos pacientes ha de aguardar su turno más de seis meses. Los casos más acuciantes se encuentran en el servicio de oftalmología del hospital Doce de Octubre, donde algunos enfermos tienen cita para operarse dentro de dos años. El concierto con la sanidad privada pretende acabar con esas esperas desorbitadas.
Los más de 4.200 madrileños afectados por esta iniciativa de reducción de la espera en los hospitales recibirán en breve una carta del Insalud con la promesa de que serán intervenidos antes de que finalice el año.
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El Insalud pagará 500 millones a las privadas para acabar con tres de sus listas de espera
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El enfermo que prefiera seguir en manos de los médicos de su hospital de la Seguridad Social podrá negarse a ser intervenido en los quirófanos privados. Pero entonces tendrá que aguardar con paciencia su turno hasta el año próximo.
Cada uno de los siete centros privados que han firmado el concierto se compromete a hacerse cargo del paciente desde su ingreso hasta su alta definitiva, lo que incluye el seguimiento posterior a la operación. Se trata de las clínicas de La Fuensanta, Beata María Ana, San Francisco, SEAR, San Rafael, Nuestra Señora de América y la Fundación Jiménez Díaz, que acogerán pacientes de los hospitales Doce de Octubre, Ramón y Cajal, La Paz, Príncipe de Asturias, Clínico de San Carlos, General de Móstoles, Severo Ochoa y Universitario de Getafe.
Más de 500 millones
A cambio, el Insalud desembolsará por los servicios prestados hasta final de año 562 millones de pesetas. "Ni ahorramos dinero, ni gastamos más de lo que solemos en nuestros hospitales", explica el director provincial, Antolín Rodríguez.
Por cada operación de cataratas resuelta, la Dirección Provincial pagará unas 140.000 pesetas; por una hernia, 120.000, y por cada artroscopia, cerca de 125.000 pesetas. La suma incluye la estancia en el hospital privado, independientemente del número de días que el paciente necesite para recuperarse.
Esta iniciativa tiene su precedente en el año 1992, cuando la Dirección Provincial contrató clínicas privadas para aligerar en unos meses la espera que afectaba a 45.000 madrileños -de los que 23.000 aguardaban su turno en ocasiones desde hacía dos años-. Por medio de aquel concierto, fueron derivados a la sanidad privada pacientes con otras patologías, como juanetes, amigdalitis, o con problemas de vesícula, además de los tres procedimientos ya nombrados. Los resultados fueron satisfactorios, según cuenta Antolín Rodríguez. "Acabamos casi por completo con la lista de espera de varias especialidades superior a seis meses", continúa. Pero cuando el programa terminó, la cifra de espera volvió a desbordarse. De ahí que en la Dirección Provincial se planteen llevar a cabo este tipo de conciertos cada año. "Este programa tiene voluntad de permanencia", explica Rodríguez. Pero matiza: "Esto no significa que privaticemos la sanidad, ya que continuamos financiando las operaciones en su totalidad y nuestros hospitales siguen operando incluso las patologías que contempla el concierto".
El programa ha comenzado en el mes de junio y terminará el próximo diciembre. En esta ocasión, el Insalud ha preferido dedicarse a atacar las tres patologías que acumulan más pacientes y olvidarse de los juanetes y de las amígdalas, que entraron en el programa de 1992. Cataratas, hernias y artroscopias no revisten un cuadro clínico grave y la vida del paciente no depende de una intervención rápida, pero, según asegura Antolín Rodríguez, "alteran negativamente la calidad de vida del paciente".
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