Tríó de casta
BBM, formidable combinación constituida por el errante guitarrista irlandés Gary Moore y la legendaria base rítmica de Cream, considerado el primer supergrupo de la historia del rock, saltó del túnel del tiempo para rescatar un hardblues-rock de puro gusto.La puntual salida del trío estuvo marcada por la naturalidad. Como el blues no se presta a espectacularidades ni a falsas apariencias, Moore salió al escenario con calma chicha, enchufó su guitarra y abrió la saludable sesión de blues pesado. El guitarrista, impulsado al estrellato desde su operación de regreso al género negro que le marcó en su adolescencia, recibió las primeras ovaciones por su trabajo en Waiting in the wings y City of gold, piezas que calentaron bien los primeros minutos.
Ginger Baker, Jack Bruce y Gary Moore
Gary Moore (guitarra, voz), Jack Bruce (bajo, armonica, voz), Ginger Baker (batería). Músico invitado: Tommy Eyre (órgano). 6.000 personas. Precio: 3.300 y 4.000 pesetas.Palacio de los Deportes. Madrid, 20 de junio.
Público diferente
El público de la noche poco o nada tenía que ver con aquel que le irritó en 1987. En aquella su última visita, en la cumbre de su popularidad como guitarrista de hard-rock, terminó muy molesto por la actitud del público, desaforadamente gritón para su costumbre, así como con la organización y con su discográfica. Siete años después, ahora como figurón de relieve en el blues de los 90, Moore se presentó de nuevo en España olvidando viejas frases desaprobatorias sobre nuestro país. Fue una reconciliación unilateral, porque si alguien no le perdonó aquellos desplantes, seguro que anoche no estaba en el recinto.BBM derrochó maestría en cantidad generosa. Les sobran las tablas a los egregios miembros del reciente grupo. La voz de Bruce sonó convincente, la batería de Baker dejó sentada que una vez, a finales de los 60, creó escuela, y Moore, en vertiente dura o a tempo de blues, es uno de los mejores instrumentistas en lo suyo.
El repertorio estuvo centrado en Around the next dream, la excelente primera entrega de BBM, con lo que aquellos que compraron su entrada pensando que iban a contemplar a Gary Moore y dos acompañantes más se encontraron con la sorpresa de no escuchar ningún tema correspondiente a Still got the blues o After hours, sus discos de éxito popular.
Versiones de Freddie King y Muddy Waters, patriarcas del blues, completaron el listado de temas. En el sprint final de los bises, sonó material de Cream, aunque faltó un Sunshine of your love que se esperaba como adiós.
El guitarrista no quiso sembrar dudas sobre su actual posición esto es un grupo, parecía querer explicar constantemente con su actitud. Y, por si alguien no se había enterado, cada vez que Bruce le presentaba, su compañero inmediatamente respondía a la cortesía citando al resto de intervinientes. El espíritu de Cream planea sobre BBM casi 30 años después y no hay nada de malo en ello.
Babelia
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