Una monja de una orden spañola, secuestrada cerca de Cali
Carmiña Navia una monja de la Institución Javierana, permanece secuestrada desde el pasado lunes en Colombia. En el barrio Jordán de Cafi, en el suroeste de Colombia, un deprimido sector de calles sin pavimentar donde los jóvenes tienen poca esperanza de futuro, se comenta con desconcierto el secuestro la tarde del lunes de la religiosa colombiana Carmiña Navia, de la orden española javeriana, que dirige el único centro cultural juvenil de la zona."Usted se queda", le dijeron a Carmina cinco hombres de edades comprendidas entre los 20 y 35 años, vestidos con monos color caqui, que ya habían obligado a descender del vehículo todoterreno a las religiosas españolas María Asunción Pintó y Pilar Mola y a la anciana madre de la secuestrada. Eran las 17.15 del lunes festivo y las cuatro mujeres regresaban a Cali desde una casa de descanso, cuando el grupo, que ellas confundieron con obreros de carreteras, detuvo el automóvil y las amenazó con metralletas.
Mientras Carmiña Navia se quedaba, vigilada, en la parte trasera del vehículo, sus acompañantes fueron conducidas en medio de ráfagas por un terreno montañoso a lo largo de un trayecto que María Asunción Pintó calcula "en unos 30 kilómetros de recorrido".
"Nos quitaron los relojes y todos los objetos que ellos consideraron de valor, aunque todo era poco costoso", relató a este diario la religiosa, quien, habituada al medio violento donde vive y trabaja, considera que el secuestro de su compañera "no es extraño, pues, desgraciadamente, uno ve muchas cosas...". El secuestro de Carmiña, de 45 años, el número 900 de los denunciados en lo que va de año en Colombia, no ha sido reivindicado por ninguna organización guerrillera de las que actúan en la región ni por otro tipo de organización armada.
Falta de hipótesis
William Hernández, dirigen te comunal del barrio Jordán, quien conoce de cerca la obra de las javerianas, comentó: "Estoy desconcertado. Por aquí nunca se oyó hablar de amenazas contra ella; al contrario, todo el mundo les reconoce su labor". Hasta el martes, las autoridades no arriesgaban ninguna hipótesis.
En un centro de atención al vecindario, la trabajadora social Melva Velázquez dijo que "las mujeres y los jóvenes saben que en las monjas javerianas siempre tienen apoyo". Por otra parte, en la Universidad del Valle, donde Carmiña, graduada en Literatura y Lingüística, es profesora, también hay extrañeza y desconcierto por este secuestro.
Aunque la víctima es de nacionalidad colombiana, el hecho de que pertenezca a una orden española motivó gestiones de la Embajada de España ante los organismos policiales del Estado y la gobernación del valle del Cauca, cuya capital es la ciudad de Cali.
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