Los Doce dejan para diciembre la decisión sobre cómo financiar las redes transeuropeas propuestas por Delors

No habrá decisión alguna en la Cumbre de Corfú, los próximos 24 y 25 de junio, sobre la financiación de las grandes redes transeuropeas propuestas en el Libro Blanco sobre Competitividad, Crecimiento y Empleo, tal como deseaba el presidente de la Comisión, Jacques Delors. Los ministros de Economía de los Doce dec¡dieron ayer aplazar toda decisión hasta la Cumbre de Essen, a celebrar en diciembre bajo presidencia alemana, y proceder entonces sólo "caso por caso" a medida que se pongan en marcha cada uno de los proyectos y que se demuestre la existencia de agujeros financieros.Desaparece así la idea más espectacular lanzada por Delors en el Libro Blanco, consistente en una emisión de bonos, avalados por la Unión Europea, que debían facilitar la construcción de infraestructuras europeas y a la vez combatir el desempleo.

La Cumbre de Corfú se limitará, en consecuencia, a revisar las líneas más generales de la puesta en marcha del Libro Blanco y a dar la luz verde definitiva a los 10 primeros proyectos de grandes redes, algunos de los cuales se hallan ya en marcha.

Las líneas de alta velocidad Madrid-Vitoria-Dax y Madrid-Barcelona-Perpiñán, así como la autopista Valladolid-Lisboa, son los proyectos españoles incluidos en esta primera partida.

Los ministros de Economía español y alemán, Pedro Solbes y Theo Waigel, mantuvieron ayer una corta reunión bilateral de trabajo para pasar revista a las prioridades de la presidencia semestral alemana de la Unión, que empieza el próximo 4 de julio. Fuentes alemanas aseguraron que el encuentro se inscribe en la rueda de conversaciones que mantiene Waigel con sus colegas antes de que empiece la presidencia y, en el caso español, coincide además con la celebración ayer y hoy en Schwerin de la cumbre bilateral.

Los ministros intercambiaron puntos de vista sobre la perspectiva de la Unión Económica y Monetaria, el estado de los planes de convergencia, el próximo ejercicio a realizar en julio sobre evaluación de los déficit y la preparación del presupuesto de la UE para 1995. Alemania tiene especiales preocupaciones en política fiscal: quisiera armonizar la fiscalidad del ahorro a nivel europeo e introducir el impuesto sobre las emisiones de anhídrido carbónico, cuestión a la que se ha opuesto España hasta ahora. Solbes admitió ayer que existe consenso respecto a la creación de este impuesto mientras quede excluido el uso industrial que pudiera hacer no competitivas a las empresas europeas y a la electricidad.

Los ministros también asistieron al Consejo de Gobernadores del BEI (Banco Europeo de Inversiones). Solbes subrayó que España ha sido en 1993 el primer receptor de fondos del BEI, por un valor de 640.000 millones de pesetas, que significa un incremento del 33% respecto a 1992. El 50% de los préstamos fueron para infraestructuras de transportes y el 22%, medio ambiente. El BEI anunció ayer la concesión de préstamos por valor de 139.400 millones de pesetas.