10.000 personas se vieron obligadas cada día de 1992 a pedir refugio en otro país
La mayoría de los asilados son fruto de guerras de carácter étnico
Cada día son más. En 1970, los refugiados eran 2,5 millones en todo el mundo. Pero el pasado año la cifra se disparó a más de 18 millones de personas, según el informe, delAlto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Un trágico récord que se cosechó a base de que cada día de 1992 10.000 personas tuvieran que abandonar su país para salvar la vida. Ellos, según dijoayer ACNUR, son el síntoma de las enfermedades de una era. Y precisamente es en los países más ricos donde los refugiados sufren más discriminación, hostilidad y violencia física.
No sólo hay que contar a los que cruzaron las fronteras. Además, existen actualmente en el mundo 24 millones de per sonas desplazadas dentro del territorio de sus propios países. Con esta suma, uno de cada 130 habitantes de la tierra, se ha visto forzado a huir de su hogar. En contra de lo que generalmente se cree, no son los países industrializados los que han realizado un mayor esfuerzo de acogida. La realidad es muy otra: Irán, con más de 4,1 millones de refugiados, es el país con más extranjeros acogidos. Le siguen Pakistán y Malaui, con 1,6 millones y un millón, respectivamente.
Centroamérica
Centroamérica es un ejemplo esperanzador. Ha dejado de ser la zona violenta por excelencia para convertirse en uno de los escenarios de éxito de la mediación para la solución pacífica. Un remedio que el ACNUR considera clave para prevenir nuevos refugiados.
Los años noventa, han defraudado las expectativas de paz que prometía el fin de la guerra de bloques. La caída del telón de acero y de los regímenes totalitarios han hecho que la mayor parte de los refugiados sean huidos "de los conflictos y desmoronamiento del orden civil en sus países de origen".
Por otra parte, aun habiendo transpasado las fronteras, los refugiados pueden ser hostigados por las fuerzas armadas del país que han abandonado, para quienes se trata de enemigos con potencial peligro de regresar.
Las guerras, en su mayoría, son ahora de carácter étnico. Europa no ha sido una excepción. 1,2 millones de personas han tenido que huir del conflicto de la ex Yugoslavia y constituyen el flujo de refugiados más importante que se ha producido en el Viejo Continente desde la Il Guerra Mundial.
En los países industrializados, el temor a no ser capaces de absorber un creciente número de nuevos llegados refuerza las barreras. En 1992, de las 272.000 solicitudes tramitadas en Europa Occidental, únicamente 25.000 lograron el estatuto de refugiado, según la Convención de 1951, a la que se hayan adheridos 120 países del mundo.
Según el ACNUR, es sobre todo en los países más ricos de Occidente donde el refugiado tiene que hacer frente a una cada vez más creciente discriminación, hostilidad e incluso violencia física.
"Al ser cada vez más numerosos", admite el estudio de ACNUR, "se han recrudecido los ataques contra refugiados impulsados por grupos racistas y xenófobos de extrema derecha", dice ACNUR, al extraer la conclusión de que Alemania es el país europeo más afectado, al pasar de 121.000 refugiados en 1989 a 438.000 en 1992.
España, con 9.700 refugiados en 1992, está entre los países europeos con menos acogidas. En 1991, eran 9.200 personas refugiadas en nuestro país, y a fines de 1992 el número se elevaba a 9.700.
Campos de acogida "desestabilizadores"
Ruanda es un claro ejemplo para el ACNUR de que, cuando el fenómeno de los refugiados concentrados en campos se enquista durante años, los huidos se convierten en "un nuevo factor desestabilizador" para los países que los acogen. Especialmente cuando los conflictos de los que han escapado, son de carácter étnico.Los habitantes de estos recintos están expuestos a las coacciones de funcionarios locales o elementos de sus propias filas. Las tensiones tribales que los obligaron a buscar protección ajena, se reproducen en su interior mientras, las estrategias perseguidas por los Gobiernos con el fin de que su permanencia no sea indefinida socava derechos tan elementales como el libre acceso a la educación y la libre circulación.
La mujer, suele ser el elemento más vulnerable en estas situaciones. Muchas se someten a coacciones sexuales para lograr comida y asistencia médica para ellas y sus familias, dice ACNUR.
Las tensiones étnicas acaban reproduciéndose entre los habitantes del campo. El resultado podría ser como el de Ruanda.
Los 500.000 refugiados ruandeses, en su mayoría tutsi, constituyen una de las poblaciones más antiguas de refugiados. Tras treinta años de exilio, la exasperación llevó a muchos de los desarraigados en los países vecinos a convertirse en el grueso de la guerrilla del Frente Patriótico de Ruanda que, en 1990, lanzó una ofensiva desde la frontera de Uganda, con graves consecuencias para la estabilidad de toda la región.
El ejemplo resulta aleccionador para el continente africano que, con el 29% de los refugiados del mundo, es el más afectado. Una décima parte de la población de Somalia está fuera de sus fronteras.
A comienzos de 1993, más de 250.000 togoleses escapó de las turbulencias de su fallido proceso de democratización a los vecinos Benin y Ghana. Sierra Leona y Guinea Conakry tienen la mayor parte del millón de liberianos expulsados por el horror de la guerra civil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.