Notable selección de la Quincena de los Realizadores

La Quincena de los Realizadores reúne una notable selección de los trabajos más brillantes en el ámbito del cine independiente: maestros consagrados, como el portugués Manoel de Oliveira, o valores ya afianzados del experimentalismo americano, como Halt Harley, además de la pincelada exótica, a cargo del taiwandés Ang Lee o la nota de testimonio político y social, a cargo del Colectivo de Cineastas de Bosnia-Herzegovina.El filme Dios, el hombre y el monstruo, firmado por cuatro realizadores bosnios, supone una aproximación estética a la realidad de una ciudad asediada -Sarajevo- donde la visión del mundo ha sido radicalmente transformada por la guerra. Ang Lee, conocido en España a través de su filme anterior, El banquete de bodas, ha revalidado su prestigio de cineasta sensible y con sentido del humor con Comer, beber, hombre, mujer, una película sobre el amor, los sentimientos y la alta gastronomía, ya que, según afirmó el director: "El sexo y la comida son los dos motores del mundo".

A pesar de que el cine español no es cliente habitual de la sección competitiva del festival de la Costa Azul, su presencia en la quincena ha sido bastante habitual. Sin embargo este año ninguno de los títulos con ciertas garantías, que hubiera podido, representar a nuestra cinematografía, ha sido considerado merecedor de tal distinción por el equipo de seleccionadores capitaneado por PierreHenri Deleau.El cine portugués está presente con dos títulos procedentes de la factoría del productor Paulo Branco. La caixa, dirigido por el octogenario Manoel de Oliveira es, según este maestro de cineastas: "Una descripción de la humanidad, representada por un grupo de gentes pobres y marginales, por no decir marginalizadás". Tres palmeiras, de Joáo Botelho, es una hermosa descripción de Lisboa, a través de los cuentos que un joven esposo relata a su mujer, mayor que él y desesperada por un parto inmediato que se retrasa.

La. Quincena, que nació en medio del trepidante Mayo del 68, cuando el director Louis Malle sugirió en Cannes que no era el momento de ver películas tranquilamente, mientras en París se había armado la mari-morena, ha presentado otros títulos importantes. Tal es el caso de Fresh, ópera prima del joven neoyorquino Boaz Yakin, una película sobre negros realizada por un blanco: en un tono de violencia tremebunda, se narra la historia de un niños de Brooklyn, que intenta sobrevivir como traficante de crack.

Halt Harley, un independiente americano harto consagrado ya, de quien conocemos, filmes como Trust o, Simple men, firma Amateur, en el que la francesa Isabelle Huppert interpreta a una ex monja que se gana la vida como escritora de relatos pornográfico, a la espera de que Dios le encomiende su misión predestinada. Pronto se verá envuelta en un peligroso asunto mafloso de consecuencias imprevisibles. Es una de las grandes películas de Cannes 94.