"Sevilla marcará un antes y un después en historia gitana", dice Ramírez Heredia

'Las matus (mujeres gitanas) quieren desarrollarse, educarse y poder estar en esta sociedad". Charo Gómez, vicepresidenta de la asociación Matus Kalide Granada, resumió así lo que ha llevado a representantes de esta etnia de los 12 países comunitarios al 1 Congreso Gitano de la Unión Europea, que ayer inauguró la reina Sofía en Sevilla y que, según el eurodiputado Juan de Dios Ramírez Heredia, marcará un "antes y un después en la historia pueblo gitano". Como contrapunto, la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía propone a los congresistas ir al núcleo chabolista de El Vacie para conocer la realidad gitana.

El congreso, el primero que se celebra de estas características, cuenta con más de 300 participantes y pretende ser un foro de encuentro para debatir los problemas que afectan a esta etnia en todos los países: analfabetismo (el entre el 65 y el 70% de los gitanos europeos no saben leer ni escribir), falta de vivienda y trabajo, pobreza y marginación.Se calcula que aproximadamente 12,5 millones de gitanos viven en toda Europa, de los que cuatro se encuentran dentro de las fronteras de la Unión Europea. España es el país con mayor presencia, con casi un millón, de los que más de la mitad se concentran en Andalucía. Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, cifró en un 4,3% de, la población andaluza a la etnia gitana.

La convención, en la que participan representantes de asociaciones romaníes de los 12 países comunitarios y de Rumanía y la antigua Yugoslavia, responsables de administraciones. nacionales y regionales y eurodiputados, centrará sus trabajos en tres bloques: la educación de los niños gitanos, las políticas sociales y los programas de integración que desarrollan los estados de la Unión Europea y las libertades públicas de las minorías. También se pretenden establecer las bases para la creación de un Centro Europeo Gitano, a cuya sede opta Andalucía.

Juan de Dios Ramírez Heredia recordó la situación en la que se encuentra este colectivo en los países del Este y la falta de información en los medios de comunicación. "Los alemanes hacen pactos con Rumanía para devolverlos a Macedonia, y 1.200.000 gitanos viven en la antigua Yugoslavia, pero nadie habla de ellos", lamentó.

Vecinos no gratos

Los españoles han confesado en recientes encuestas de opinión que prefieren tener como vecino a ex presidiarios, toxicómanos o delincuentes, antes que a un gitano.

Diversos episodios racistas ratifican estas fobias. Desde los brotes de carácter violento hasta los gestos de toque discriminatorio. El director de un hipermercado de Aranda de Duero que impide el acceso de gitanos a su establecimiento; la decisión de padres de niños payos de impedir el acceso de gitanos a un colegio de Madrid porque "tocan palmas en clase y bailan encima de la mesa" o la exclusión de un bebé, pasado año, de la lista de trasplantes de hígado por "motivos sociales" forman parte de la lista reciente de afrentas menores sufrida por este colectivo. Los políticos no constituyen una excepción a esta regla. Lo demuestra el caso del concejal responsable de Acción Social del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, Tomeu Oliver de Unió Mallorquina que, el pasado año, expresó públicamente su recelo ante una posible llegada masiva de gitanos a Mallorca en caso de que las instituciones "traten demasiado bien" a las familias de este colectivo.

En España hay 250 asociaciones que engloban a casi 900.000 gitanos con el fin de defender sus derechos. No faltan organizaciones de mujeres como la Asociación Romi Serseni -Mujer Gitana Española- presidida por Amara Montoya que, en la última publicación de la organización antiracista de Jóvenes contra la Intolerancia, responsabilizó de los tópicos que "causan el retroceso" de su comunidad a los medios de comunicación. Un intento contra al vacío Político se produjo en mayo de' 1993, en víspera de las elecciones. Las asociaciones gitanas más importantes se reunieron en Madrid y pidieron votar al PSOE, cuyo programa era el único que mencionaba a la comunidad. La falta de protagonismo de los gitanos preocupa a la presidenta de la asociación de mujeres progresistas de Cantabria, Aurora Vázquez, quien se queja de la ausencia gitana en las publicaciones: "No hay héroes gitanos en los libros".

En su discurso, la Reina pidió a los gitanos que no se autodiscriminen: "La reivindicación de las señas de identidad no debe llevamos a vivir al margen de la sociedad de la que formais parte", señaló, e hizo un llamamiento a las mujeres gitanas, invitándolas a participar "no como simples espectadoras de lo que hagan vuestros padres o maridos".