El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprueba el envío de 5.500 'cascos azules' a Ruanda

Atenazado por el fantasma de Somalia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el lunes el envío de una fuerza de paz de 5.500 hombres para detener las matanzas en Ruanda, pero nadie sabe todavía de dónde saldrán esas tropas, ni siquiera si la operación se llevará a efecto ante la resistencia de varios países, empezando por EE UU.El máximo órgano ejecutivo de la ONU entendió que no podía permanecer indiferente ante las atrocidades cometidas en ese país africano, y, siguiendo la recomendación del secretario general, Butros Butros-Gali, autorizó el envío de tropas. Sin embargo, para conseguir el voto afirmativo de EE UU, que se oponía a la iniciativa de Butros-Gali, el Consejo de Seguridad introdujo en la resolución aprobada la observación de que ésta será sometida a "una nueva revisión".

Las reticencias de EE UU parecen tener fundamento. Uno de los principales dirigentes de los rebeldes del Frente Patriótico Ruandés, Denis Polisis, aseguró anoche que si los cascos azules intentaban interponerse entre los dos bandos, su movimiento les consideraría como una "fuerza enemiga".

Por otra parte, fuentes diplomáticas en Nairobi informaron ayer que una mujer que trabajaba al servicio de la UNICEF y diez niños fueron hallados degollados en una casa de Kigali, en una zona controlada por la guardia presidencial. EL alto comisario de la ONU para los Derechos Humanos, José Ayala Laso, estimó ayer en Viena que 600.000 personas han muerto en la actual guerra civil en Ruanda.