La reforma comunitaria del vino provocará la pérdida de 35.000 empleos

La Comisión Europea quiere reducir en 35 millones de hectolitros la actual producción de vino comunitaria para el año 2000 ante la bajada continuada del consumo entre los Doce (dos millones de hectolitros por año) y el aumento paulatino de la producción (500.000 hectolitros anuales). Francia, Italia y España serán los países que deberán hacer un mayor esfuerzo en las próximas seis campañas con una reducción del 20% de sus cosechas globales.A juicio de las organizaciones agrarias, los 7,4 millones de hectolitros de vino que España deberá rebajar supondrán el abandono de 400.000 hectáreas y provocarán la destrucción de 32.000 empleos en el sector rural.

El plan que propone la Comisión será debatido por los ministros de Agricultura de la Unión Europea en la reunión informal que mantendrán el próximo domingo en loanina (Grecia). Allí será donde el nuevo titular de Agricultura español, Luis Atienza, reiterará la oposición del Gobierno a esta reforma de mercado (OCM) por el impacto medioambiental que supondrá para numerosas comarcas y por la insuficiencia de las ayudas comunitarias al resto de medidas que no van encaminadas al arranque de las viñas.

El comisario de Agricultura de la Comisión Europea, el luxemburgués René Steichen, señaló que se incentiva el arranque de viñas porque es la medida más efectiva, pero dejó en manos de los países y las regiones la última decisión para llevarla a la práctica. A su juicio, "esta propuesta será más eficaz que las anteriores porque se implica más a los Estados miembros tanto en el control de la producción como en la cofinanciación de las ayudas de acompañamiento: recogida en verde de la uva y compensaciones a las rentas de los agricultores".