_
_
_
_

Rivalidades militares, odios tribales y conflictos regionales sumen a Yemen en la guerra civil

El experimento de unificación voluntaria de Yemen se desplomó violentamente ayer ante el peso de rivalidades fundamentalmente militares, odios tribales e intereses regionales, que empujaron a la nación más joven del mundo árabe a la guerra civil. El portavoz militar de Saná, capital del país y antigua capital de Yemen del Norte, afirmó que los combates que enfrentan a sudistas con nordistas "se han generalizado". Añadió que al menos cinco aviones sudistas fueron abatidos y que las fuerzas de Adén -antigua metrópoli del sur-sufren grandes pérdidas

Más información
26 turistas españoles

Según informaciones de la radio de Adén, aviones de combate nordistas atacaron el aeropuerto de esa ciudad, así como centrales eléctricas, el puerto, la refinería de petróleo y las instalaciones de la televisión. La misma radio indicó que varias personas murieron y otras muchas resultaron heridas al ser alcanzada por el bombardeo la terminal del aropuerto, que ha sido cerrado al tráfico aéreo.Tras una semana de escaramuzas y enfrentamientos, que incluyó a dos columnas de blindados y que arrojó un saldo de más de un centenar de muertos, las fuerzas leales al presidente conservador, Alí Abdulá Salé, atrincherado en Saná, y las de su principal adversario, el vicepresidente Alí Salem al Baid -el líder socialista del sur-, se enzarzaron en combates abier tos por todo el país.

Ayer, los residentes de Saná se despertaron sobresaltados por una serie de explosiones y ráfagas de fuego antiaéreo- Las fuerzas del sur1anzaron su aviación contra una serie de objetivos estratégicos en la capital, causando, aparentemente, estragos a poca distancia del palacio presidencial. La primera reacción del presidente Salé fue decretar el estado de emergencia por 30 días para organizar un contraataque de envergadura contra Adén y sus bastiones aliados, sobre los que se desataron numerosas operaciones aéreas. Según Salé, el estado de emergencia tiene como fin "neutralizar a los elementos separatistas" del sudista Partido Socialista Yemení (PSY).Pánico en Saná

Conforme arreciaron los ataques cundió el pánico entre los 1,5 millones de habitantes de Saná. Los tiendas de alimentación abiertas fueron casi asaltadas por gentes ansiosas por hacerse con provisiones. Posteriormente la ciudad quedó desierta, ocupada sólo por blindados y camiones de transporte, de tropas y camionetas repletas de familias que, con sus escasas pertenencias, huían de Saná ante el temor a la extensión del conflicto.

Las fuerzas nordistas destruyeron totalmente la sede del PSY en Saná, sobre cuyos escombros han situado, según testigos presenciales, dos carros de combate. Al parecer, la Embajada de Italia, que se encuentra al lado de la representación socialista, ha sufrido fuertes daños. En Adén la situación parece aún más dramática.

Con las comunicaciones internacionales interrumpidas, anoche era imposible establecer el número de bajas en las hostilidades. Según informes de radioaficionados, los aeropuertos de ambas capitales sufrieron considerables daños en los bombardeos y se encuentran cerrados al tráfico aéreo.

Las embajadas destacadas en Saná instaron a sus súbditos residentes en Yemen a salir del país. El Gobierno francés decidío ayer evacuar a todos sus ciudadanos residentes en la región yemení de Adén (unos 60 de un total de 450 en todo el país). Militares franceses evacuarán también a los ciudadanos de la Unión Europea que lo deseen, según indicó el Ministerio de Exteriores. Unos 4.000 soldados franceses, que cuentan con cazabombarderos y aviones de transporte, se encuentran estacionados en Yibuti. El Gobierno de Bonn indicó ayer que unos 22 alemanes y sus familias serán evacuados por Francia.

Miles de extranjeros, principalmente trabajadores de la industria de hidrocarburos, se han visto atrapados por la violencia. "El aeropuerto de Saná está cerrado desde que fue bombardeado, pero la pista de aterrizaje es aún utilizable", informó un diplomático europeo.

El comando sureño dijo por la mañana que las hostilidades se habían extendido a las regiones de Lahji, 30 kilómetros al norte de Adén; Abyán, 50 kilómetros al este de la capital sureña, y Mukayris, en la antigua frontera entre Yemen del Norte y Yemen del Sur. Con el paso de las horas, y según el portavoz de las fuerzas nordistas, los combates se generalizaron.

Destituciones

De otro lado, el consejo presiaencial de Yemen decidió destituir ayer al ministro de Defensa, general Haithan Qassein Taher, y el Parlamento retiró su confianza al vicepresidente, Alí Salem al Baid. A ambos dirigentes políticos, que proceden de Yemen del Sur, les imputan los representantes de Yemen del Norte una grave responsabilidad en el conflicto.

Un factor que ha contribuido a la veloz expansión del conflicto es el hecho de que desde la unificación, el norte despachó tropas al sur, y viceversa, aunque ambos ejércitos, con unos 30.000 efectivos cada uno, siguen obedeciendo a mandos separados. Precisamente el conflicto se ha desatado cuando debía de procederse a la unificación de los mandos. Los choques entre los altos oficiales de los dos ejércitos, e incluso entre las unidades de éstos, han frenado la integración.

El 22 de mayo de 1990, dos hombres -Alí Abdulá Salé y Alí Salem al Baid- lograron con la unificación del volátil Yemen del Norte con las ruinas del régimen marxista de Yemen del Sur, la fundación de la República de Yemen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_