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Dios mío, ¡el profesor!

Un centenar de estudiantes de la Complutense recibieron ayer clase de Sociología por primera vez en el curso

Antonio Jiménez Barca

Después de siete meses sin profesor, y a dos escasos de que termine el curso, 98 estudiantes de segundo de la diplomatura de Terapia Ocupacional, dependiente de la Facultad de Medicina, asistieron ayer por primera vez a su clase de Sociología, una de las asignaturas troncales de su carrera. Los alumnos han hecho de todo: cartas al Rector, al decano de Medicina, incluso desarrollaron una sentada el día de las elecciones de la Universidad Complutense, allá por febrero.Por fin, alguien les ha escuchado, pero demasiado tarde, porque ayer, profesor y alumnos se contentaron con buscar en común soluciones para el despropósito: algunos abogan por el aprobado general; otros, porque se les califique con un trabajo; y los más, que el año que viene tengan la posibilidad de repetir la asignatura; eso sí, sin pagar un duro.

"Desde el principio hemos protestado", cuenta Francisco José Madrid, delegado de curso, "pero hasta ahora, a falta de dos meses para que el curso termine, nadie nos ha hecho ni caso", explica.

El vicedecano de Títulos Propios, Jaime Arias, argumenta que "hubo problemas con la dotación del profesorado, porque no había suficiente".

Por su parte, el profesor Enrique Giráldez se siente un "apagafuegos". "Estas cosas se hacen seis meses antes de que empiece el curso, con menos improvisación", dice Giráldez.

Al final, y según cuenta el profesor, se ha presentado "a echar una mano" por una "cuestión personal", sin contrato ni nada. Ni siquiera sabe si cobrará, cuánto cobrará si es que se le paga y, si a la postre, seguirá dando clase: "Yo me presentaré el próximo lunes [la asignatura se imparte los lunes y miércoles] para hablar otra vez con los alumnos, pero tal vez no siga". Enrique Giráldez es doctor en Sociología y profesor asociado, esto es, sin figurar en la plantilla de la universidad.

La diplomatura de Terapia Ocupacional es una titulación nueva, de tres años, que se implantó en la Complutense en el curso 92-93.

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En la carrera se estudia la rehabilitación de personas con problemas, ya sea físicos o psíquicos, por medio de actividades concretas. Los estudiantes no sólo se quejan de que no han tenido profesor de sociología; también de la falta de prácticas.

"El tratar con enfermos es esencial", cuenta Almudena Sañudo, de 20 años, "y no hay acuerdos ni con el Inserso ni con el Insalud, por lo que las prácticas dependen de que los profesores, que se han portado muy bien, nos las consigan con amigos en hospitales".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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