Los nuevos ricos caen en desgracia en Cuba

La inminente confiscación de bienes provoca el pánico entre los especuladores y reyes del mercado negro en Cuba. Los barrios de Jesús María, Belén, San Leopoldo y Cayo Hueso estaban semiapagados el lunes por la noche cuando las cámaras de Tele Rebelde llevaron a los hogares cubanos una imagen antigua y familiar. La gente estaba en la calle para huir del calor. El presidente cubano, Fidel Castro, estaba en la pantalla y hablaba pausadamente, pero sin previo aviso su voz se afiló y dijo: "La primera medida que tomaremos es la confiscación de los bienes de los que se han enriquecido ilegalmente".

De pronto en La Habana se hizo la luz. Jesús María, Belén, Puerta Cerrada, Colón y el resto de los barrios de La Habana Vieja y Centro Habana han sido durante los últimos años la meca del mercado negro. En poco tiempo, aquí ha florecido una fauna de capos de la bolsa negra, especuladores, merolicos y muchos listos e inescrupulosos se han enriquecido con rapidez gracias a la crisis y a la agudísima escasez. Los nuevos ricos se pusieron cadenas de oro y se compraron motos, vídeos, televisores, viviendas, coches e instalaron en su casa una antena parabólica.Ahora, todas estas mercancías no son otra cosa que bienes, y pueden ser confiscados. El lunes por la noche se disparó la alarma. Los macetas, movidos por el miedo a perderlo todo e ir a la cárcel, comenzaron a despiezar sus nuevos coches, bicicletas y motos, a esconder los últimos electrodomésticos y repartir entre sus familiares en el campo los objetos más fáciles de ocultar, como vídeos y radiocassetes.

Maceta es una categoría amplia, en la que se incluyen desde los campesinos privados que se han enriquecido vendiendo sus productos a altos precios en el mercado negro, hasta los pequeños negociantes, como los vendedores de puros robados, y unos cuantos chulos que empiezan a organizar el negocio de la prostitución.

Todos sabían antes del lunes que el Gobierno preparaba duras leyes para golpearles. Los principales dirigentes del régimen de Fidel Castro habían insinuado hace algunas semanas que uno de los medios de recoger el exceso de dinero circulante en la calle sería incautando el dinero negro mediante un cambio de moneda o respetando sólo el dinero ingresado en cuentas bancarias, y hasta un límite. Ante lo que venía, los macetas habían ido convirtiendo sus millones de pesos en bienes, confiados en que estas propiedades no serían tocadas. Se calcula que el excedente de circulante se acerca a 11.000 millones de pesos, de los cuales 3.000 están en manos del 1,3 % de la población.

Sin embargo, la última sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que se celebró el domingo y el lunes en La Habana, despejó todas las dudas. La Asamblea encargó al Consejo de Estado que dictase de forma rápida un serie de decretos leyes con el objetivo de sanear las finanzas internas del país, para lo cual es de vital importancia recoger el exceso de circulante, uno de los mayores desestímulos del trabajo y la productividad.

Entre las medidas recomendadas por la Asamblea están reducir los subsidios por pérdidas a las empresas, estimular la estabilidad de los fondos que se encuentran depositados en los bancos mediante la subida de los tipos de interés e introducir mecanismos de estímulos a la producción.

Subida de precios

Asimismo, los parlamentarios cubanos propusieron elevar los precios y las tarifas de algunos productos y servicios seleccionados, como son el agua, la luz, el gas, el ron y los cigarros, crear un sistema fiscal que incluya un impuesto sobre la renta, y estudiar un posible cambio de moneda.

El miembro del buró político Ramón Machado Ventura reconoció que "las cifras de violaciones son altas, en primera instancia por los coches y luego por las casas, tanto las vendidas ilícitamente como las permutadas mediante fraudes". Otro problema es el de los abogados, pues, como en Cubala compraventa de bienes inmuebles y de vehículos cedidos por el Estado es absolutamente ilegal, muchos abogados deberán ser perseguidos por amparar estas operaciones especulativas.