Europa lanza un programa para la extensión masiva del teléfono móvil
Se esperan 25 millones de nuevos usuarios en seis años
La Comisión Europea aprobó ayer un Libro Verde sobre las comunicaciones móviles y personales, que constituye todo un plan de trabajo para intensificar la implantación de los teléfonos portátiles, mantener la competitividad de la industria europea y aprovechar el cambio tecnológico para la creación de empleo. El Libro Verde propugna la mayor liberalización posible del sector.
Los usuarios de comunicaciones móviles en la Unión Europea son actualmente más de 15 millones, que pueden convertirse en 40 millones dentro de seis años. Por lo tanto, existe un mercado potencial de 25 millones de nuevos usuarios de aquí al año 2.000. La Comisión estima que 80 millones de personas utilizarán el teléfono móvil en el año 2.010.El Libro Verde considera que "las comunicaciones móviles se han convertido en un sector clave del crecimiento en el seno de la Unión".
La telefonía móvil se halla actualmente en transición desde los sistemas analógicos -los que actualmente se usan en España- a los digitales. Éstos últimos sólo representan ahora el 9% del mercado europeo, pero se espera un gran crecimiento de los mismos. Asimismo, del público especializado, que actualmente usa el teléfono móvil, se pasará a su utilización generalizada por el gran público.
Los países de la UE se hallan actualmente "en una posición privilegiada en materia tecnológica", aunque la Comisión reconoce que esta situación puede cambiar y alerta sobre el avance de Estados Unidos en cuanto a proyectos de telefonía móvil por satélite.
Inversión gigantesca
El potencial de inversiones en infraestructuras necesarias para hacer posibles tales avances se calcula entre 27.000 y 45.000 millones de ecus (4,3 y 7,2 billones de pesetas, respectivamente) hasta el año 2.000. También es muy importante el potencial de creación de empleo, aunque el Libro Verde no proporciona cifras.
La liberalización del sector de las telecomunicaciones debe entrar en vigor el 1 de enero de 1998, con la excepción de un período transitorio de cinco años más que podrían utilizar, si lo desean, España, Irlanda, Grecia y Portugal. Recientemente, el jefe del Gobierno español, Felipe González, anunció en el Congreso de los Diputados su intención de no utilizar ese período transitorio, adelantando la liberalización de las telecomunicaciones en España al año 1988.
La Comisión Europea considera indispensable proseguir los esfuerzos de liberalización en la siguiente etapa de extensión de nuevas tecnologías y servicios, que deberán llevar a la larga a la implantación de una terminal personal, mezcla de teléfono, agenda y ordenador, y podrá conectarse a las autopistas de la información.
La Comisión considera imprescindible la total libertad de explotación y desarrollo de las redes por parte de las empresas del sector y asegura que debe facilitarse el funcionamiento y el suministro de servicios paneuropeos, a través del reconocimiento mutuo de licencias para las terminales móviles y la coordinación de los procedimientos de adjudicación.
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