El impacto político

El caso Banesto ha sido peculiar por muchas razones. No ha supuesto sólo remover el sistema bancario o acabar con una forma de hacer negocios, también ha provocado una convulsión política, tanto dentro como fuera del Parlamento. En esta ocasión, el Parlamento ha vivido casi al instante todas las novedades, a través de una comisión de seguimiento específica, aunque con poca capacidad de maniobra. Los diputados han contado con los testimonios del gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, en cuatro ocasiones. Rojo acudió en tres ocasiones al Congreso y recibió a los diputados una vez en la sede del banco emisor.Rojo no fue el único que se acercó por la Carrera de San Jerónimo. El ministro de Economía, Pedro Solbes; el subgobernador del banco emisor, Miguel Martín, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Luis Carlos Croissier; el presidente de Banesto, Alfredo Sáenz; el presidente de la patronal bancaria, José Luis Leal; los sindicatos o los pequeños accionistas también han expuesto su visión.

Por su parte, los partidos políticos también han hecho valer sus opiniones, sobre todo en lo referente al nuevo dueño de Banesto. Ante actitudes dubitativas, como la del PSOE, ha habido dos claras y meridianas. Izquierda Unida defendió a capa y espada la alternaitiva de Argentaria. Una opinión rechazada de plano por el Partido Popular.