La feria del libro antiguo y de ocasión se inaugura con una oferta de 300.000 ejemplares

"Con la llegada de la primavera todos los libros antiguos y de ocasión vuelven a salir al paseo de Recoletos". El catedrático, académico, y bibliófilo Antonio Bonet Correa inició ayer su pregón de la XVIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión ante los primeros visitantes que soportaban el frío de una mañana invernal. Un total de 47 libreros, la mayoría de Madrid, ofrecen unos 300.000 voIúmenes de las más diversas materias y precios, con ejemplares desde 100 a medio millón de pesetas, que serán tocados y apreciados por bibliófilos coleccionistas y paseantes.

El tradicional encuentro con los libros viejos, organizado por la Asociación de Libretos de Lance de Madrid, con la colaboración del Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y Caja Postal, en las fechas, cercanas a las fiestas de San Isidro, se ha adelantado 15 días para preparar el montaje de las gordas esculturas de. Botero que ocuparán el paseo de Recoletos a partir del 12 de mayo. Este cambio, unido a los nueve grados de temperatura en el aumento de la apertura oficial de la feria, ha provocado el malestar de algunos libreros.En la feria participan 35 libreros de Madrid, ocho de Barcelona, dos de Sevilla, uno de Valencia y otro de Granada. El cartel de la presente edición reproduce un grabado alemán de Frank Dadd del siglo XIX, y se ha editado, como es habitual, un libro facsímile, La vida en Madrid en 1886, del periodista y cronista Enrique Sepúlveda. La feria, con un presupuesto de 16 millones, suele ser visitada por medio millón de personas. Permanecerá abierta hasta el 2 de mayo, de 10.30 a 21.30.

Bonet Correa, en su pregón, comparó el paseo de Recoletos a una "especie de galería de espejos. Por su pasillo desfilan, confundidos con los místicos héroes de la literatura y los sabios de la antigüedad, los modernos apasionados de las letras y las ciencias". En su texto no se olvidó de los materiales expuestos: libros, opúsculos, folletos, facsímiles, códices, cartapacios, atlas, mapas, carteles, álbumes y revistas.

"Ésta es la mejor feria que se celebra en España", declaró ayer José A. Fernández Berchi, presidente de la Asociación de Libreros de Lance de Madrid, que agrupa a 19 libreros fundadores. Con su experiencia de 50 años como profesional, señala que la crisis económica afecta a los libros caros, pero no a los singulares, que siempre tienen su destinatario. En su pabellón ofrece un Quijote de 1954, en cuatro volúmenes, por medio millón de pesetas, y una Biblia de 1515 por 300.000 pesetas.

Juan Miguel Madrid, presidente de Libris, asociación de libros de viejo, fundada hace ocho años y con 37 socios de toda España, que organiza en octubre, en el mismo lugar, la Feria del Libro Viejo y Antiguo con 400,000 ejemplares, defiende un sentido más estricto del libro antiguo, separado del mercado de ocasión y de saldo. Destaca la aparición de nuevos coleccionistas, como prueba el envío de 10.000 catálogos. En su pabellón hay primeras ediciones, como El sentido humanista del socialismo, de Fernando de los Ríos (1926), por 33.000 pesetas, y Guerra civil, del poeta anarquista García Pradas (1947), por 11.000. En todas las casetas los libros más baratos están en contacto con los visitantes, que encuentran mezclas de títulos a 100 pesetas, colecciones de Bruguera, Destino y Salvat a 150, Júcar por 200, Espasa Calpe y Alfaguara por 300, junto a obras completas de Cela y Delibes por 450 y 995 ejemplar. En el fondo de los pabellones, incluso en vitrinas, están las piezas de biblioteca, como las que presenta Guillermo Blázquez, con volúmenes de cartas ejecutoras de nobleza entre 200.000 y 600.000 pesetas.