La Consejería de Economía sostiene que Ebro-Kubota puede ser rentable

Los trabajadores de la multinacional japonesa Ebro-Kubota salieron ayer especialmente contentos de la reunión que mantuvieron con la directora general de Economía y Planificación, Julia Sánchez-Valverde. La planta, dedicada a la fabricación de tractores y situada en Cuatro Vientos, está amenazada por un expediente de extinción de los 315 contratos que integran la plantilla y que supondrá el cierre de la factoría si la autoridad laboral lo autoriza.

Pero los trabajadores están visitando, con un plan de viabilidad en la mano, los despachos de los responsables de Industria de la Comunidad y del ministerio. Y ya han conseguido parte de lo que querían: el viceconsejero de Economía, Eduardo Díaz Romón, dijo ayer que el cierre de la empresa no responde a la falta de rentabilidad de la planta, como alegan sus directivos, sino más bien se trata de una estrategia de la multinacional.

Los empleados salieron ayer de la consejería con la promesa de que Leguina va a pedir explicaciones al director de la fábrica en Madrid, al de la empresa en Japón y a la Embajada nipona.