El cuñado de Rubio, apoderado de Schaff, presidió la empresa que compró Sistemas AF

André Laurent-Atthalin, cuñado del ex gobernador del Banco de España Mariano Rubio, presidió desde septiembre de 1978, y durante ocho años, la empresa Traya, que en septiembre de 1986 adquirió Sistemas AF al Banco Urquijo Unión. Laurent-Atthalin y Carlos Jaime Pittaluga Jiménez, primo de Mariano Rubio, fueron apoderados de Schaff Investments, sociedad luxemburguesa que obtuvo importantes plusvalías por la venta de acciones de Sistemas AF en 1990, y cuyos propietarios finales no pudieron conocerse al esconderse tras dos sociedades panameñas.

La empresa Traya, fundada el 25 de octubre de 1977 por varias personas físicas y la sociedad Agencia Internacional de Petróleos, cuyo objeto social básico está relacionado con el transporte por carretera y almacenaje de petróleo y productos similares, se constituyó con 400.000 pesetas de capital social. Los consejeros cesaron un año después y entraron a formar parte de la sociedad André Laurent-Atthalin, Agustín Hidalgo Sainz de los Terreros y Miguel Pérez Hernández. El primero de ellos, casado con María Teresa Rubio, hermana del ex gobernador, fue nombrado presidente de la sociedad con todos los poderes compartidos con Pérez Fernández.No es hasta ocho años más tarde, el 4 de septiembre de 1986, cuando Traya decide modificar el objeto social que la justifica manteniendo lo relacionado con transporte de mercancías y comercio de minerales, pero ampliándolo a todas aquellas operaciones "relativas a la transmisión de acciones, obligaciones y demás títulos valores propios del mercado bursátil y financiero, la compraventa de empresas e inmobiliarias de cualquier clase". En la junta de accionistas celebrada ese día se decide nombrar administrador único a Juan José Fernández Figares Chica.

Una semana después, el 11 de septiembre, la junta de Sistemas AF decide solicitar la admisión a cotización en bolsa de las acciones. Ha empezado el proceso de compraventa de una sociedad que en pocos meses va a producir importantes plusvalías a sus propietarios. En efecto, el 22 de octubre de 1986 el Banco Urquijo Unión certifica que Traya S A es propietaria de 1,2 millones de acciones de Sistemas AF por un valor nominal de 600 millones.

La compra, efectuada en septiembre, fue por valor de 1.688 millones de pesetas, de los que Traya S A aportó 244 millones y el resto, algo más de 1.443 millones, correspondía a un crédito concedido por el banco vendedor a los compradores. En la junta de Sistemas AF en la que se acuerda salir a Bolsa conviven en el consejo de administración personas vinculadas a los antiguos dueños -Juan Pedro Dornecq Solís y José Joaquín Ysasi Isasmendi- junto a personas vinculadas a los nuevos propietarios: Juan José Fernández Figares, administrador único de Traya, y Juan José Macaya de Aguinaga, entonces consejero-director general de Investsbank, denominación anterior que tenía lo que después se convirtió en Banco Ibercorp, entidad que entró en suspensión de pagos y finalmente fue adquirida por Caja Cantabria.

La salida a bolsa de Sistemas AF fue rápida. A mediados de noviembre de 1986 se presentó toda la documentación requerida y realizó una colocación privada de acciones, necesaria al ser hasta entonces una sociedad con un único propietario, que formalmente diluyó la propiedad. Más de 750 accionistas reunían entre todos el 30% del capital y ningún titular poseía más del 25%, según certificó Juan José Macaya, en su condición de consejero-director general de Investban. El 24 de noviembre de 1986 salieron a Bolsa las acciones de Sistemas AF. Las ventas producidas poco después permitieron devolver el crédito concedido por el Banco Urquijo Unión para "apalancar" la venta, y generaron importantes plusvalías a algunos accionistas.

Entre los beneficiarlos de las plusvalías se encuentra Schaff, sociedad instrumental luxemburguesa que, en 1988, cuando Mariano Rubio llevaba ya cuatro años como gobernador del Banco de España, pertenecía totalmente a Laurent-Atthalin y que un año después fue adquirida parcialmente (dos tercios de su capital) por dos sociedades panameñas, Interfides e International Business Participation, de cuyos dueños finales se pierde el rastro en el paraíso fiscal que es Panamá. Schaff repatrió a Luxemburgo 100 millones de pesetas de beneficios correspondientes a 1990 por la venta ese año de acciones de Sistemas AF.