El anuncio de que se endurecerá la prestación sustitutoria dispara aun más el rechazo a la 'mili'

El anuncio de que el Gobierno se propone endurecer las condiciones en que se realiza la prestación sustitutoria de la mili no ha frenado, por el momento, el crecimiento del número de objetores, sino todo lo contrario. En marzo presentaron la correspondiente solicitud para convertirse en objetores 11.000 jóvenes, lo que supone un incremento del 196% respecto al mismo mes del año anterior y representa una cifra superior a la que se produjo, por ejemplo, en todo el año 1988. En sólo tres meses se han superado ya los 23.000 objetores, lo que deja cortos todos los pronósticos.

El ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, reconoció ayer en el Senado que este "incremento espectacular" supone un "dato preocupante", que convierte en "imprescindible" el Plan Integral de Objeción de Conciencia aprobado el pasado mes por el Gobierno. El objetivo de este plan es "normalizar" la objeción de conciencia de forma que en 1996 todos los jóvenes que deban hacer la Prestación Sustitutoria se incorporen a la misma en un plazo no superior a un año -en la actualidad pasan hasta 36 meses- y la cumplan en plazas de utilidad social y no ficticias, pomo ocurre ahora en muchos casos.Belloch admitió, no obstante, que no se podrá garantizar el éxito del plan si las distintas administraciones, especialmente las autonómicas y locales, no colaboran creando plazas para los objetores. A este respecto advirtió a las instituciones vascas, a las que no mencionó expresamente, que la falta de cooperación la pagarán los jóvenes, pues deberán desplazarse lejos de su domicilio para cumplir la prestación. El País Vasco, Navarra, Cataluña, Galicia, Valencia y Canarias son las comunidades con mayor déficit de plazas.

Aunque Belloch no lo dijo, uno de los objetivos del plan es frenar el auge de la objeción. Por ello, el nuevo reglamento, cuya aprobación está prevista para antes del verano, permitirá que se pueda renunciar a la condición de objetor. El Consejo Nacional de Objeción de Conciencia impide actualmente dicha renuncia, ante la sospecha de que algunos la utilizaban para ganar tiempo y librarse por edad tanto de la mili como de la Prestación.Objetores bajo sospecha

En adelante será posible renunciar a la condición de objetor cuando se tengan menos de 26 años y se cumplan determinadas condiciones. Según un documento remitido por el Ministerio de Justicia al Senado, las medidas previstas en el plan "pueden incidir en el hecho de que un número no desdeñable de objetores puedan pretender renunciar a su condición y reincorporarse al servicio militar".

Otra novedad que conten drá el reglamento es la celebración de entrevistas personales con quienes soliciten ser reconocidos objetores, a fin de verificar su sinceridad. Según Belloch, estas entrevistas no serán generalizadas, lo que sería inimaginable con el actual número de solicitudes", sino que se centrarán en lo que denominó "casos dudosos". Como "no se puede indagar sobre la conciencia", las entrevistas se dirigirán a comprobar "hechos externos y objetivables" que pongan en duda la coherencia del objetor.

Entre estos hechos, citó la existencia de antecedentes penales por delitos violentos o el ejercicio de profesiones que conlleven el uso de armas, como la de Policía Municipal. Fuentes de Justicia admitieron que estas entrevistas tendrán un "efecto disuasorio" y que la experiencia en otros países demuestra que muchos jóvenes renuncian a objetar ante la perspectiva de tener que explicar su actitud.

El nuevo reglamento también incluirá la posibilidad de reducir la duración de la Prestación Sustitutoria, fijada en 13 meses, en aquellos puestos que requieran una dedicación a tiempo completo. Esta fórmula ya se está aplicando con los objetores enviados a Bosnia en misión de ayuda humanitaria.

Para garantizar que las plazas ocupadas por los objetores se ciñen a lo previsto, se potenciará -la labor inspectora, de forma que este año está previsto realizar 5.600 inspecciones y otras 12.500 en 1995. El ministerio se reserva además el derecho de rescindir los convenios suscritos para el empleo de objetores cuando se compruebe que incumplen el rigor exigido.El suplemento Temas de Nuestra Epoca debate hoy el Ejército que necesita España.