Los propietarios del Liceo votan hoy la cesión del teatro a las administraciones

Los cerca de 400 propietarios del Liceo decidirán esta tarde en votación la cesión del teatro a las administraciones. La junta de la sociedad de propietarios, que preside Manuel Bertrand, confía en que la votación sea favorable a la cesión. Un portavoz de un grupo de titulares anunció ayer que pedirá el aplazamiento de la votación y que, si su solicitud no es atendida, al menos un centenar de titulares votarían hoy en contra de la cesión. La junta de propietarios ha establecido que bastará una mayoría de la mitad más uno para aprobar el documento de cesión pactado con las administraciones.Este documento, que se hizo público mediante su publicación en un diario barcelonés el pasado 22 de marzo, establece que la sociedad de propietarios del Gran Teatro del Liceo cede el solar en el que se hallaba el teatro y el resto del edificio no afectado por el incendio a las administraciones. Los propietarios se comprometen también a ceder a las administraciones el importe de la poliza de seguros contra incendios, de 2.000 millones, para que sea utilizada para la reconstrucción del teatro.

Las administraciones que integran el consorcio del Liceo -Ministerio de Cultura, Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Diputación-, que serán en el futuro las titulares del teatro, se comprometen a cambio a reconocer el derecho de uso de los palcos y butacas a quienes eran sus titulares privados. Este derecho de uso tendrá carácter hereditario y podrá ser vendido, aunque las administraciones se reservan el derecho preferente de compra.

El documento de cesión especifica que las administraciones se comprometen a reconstruir de forma rápida e inmediata el Liceo con el propósito de que pueda inaugurarse en 1997, fecha en la que se cumple el 150 aniversario de la fundación del teatro.Investigación judicial

El director técnico del Liceo, Josep Maria Folch, negó ayer ante el juez que investiga el incendio del teatro que hubiera autorizado los trabajos de soldadura que aparentemente causaron el siniestro y aseguró que la seguridad del teatro no entraba dentro de sus competencias. El soldador que aquel día trabajaba en el escenario, Carmelo Poza, consideró imposible que las chispas de la soldadura causaran el fuego.

El juez también tomó declaración ayer al arquitecto responsable del proyecto de reforma y ampliación del teatro, Ignasi de Solá-Morales, y al jefe de mantenimiento, Antonio Ujeda. El próximo día 20 prestarán declaración al director general del teatro, Josep Caminal, y varios empleados del Liceo.

Folch alegó que en el organigrama del Liceo no existe ningún cargo responsable de la seguridad, negó que él hubiera autorizado las labores de soldadura y agregó que desconocía incluso que se estuvieran realizando. El día del incendio -el 31 de enero- se encontraba en París por razones profesionales.