Virtuosos del tractor
Un concurso de arada descubre al labrador promesa de la Comunidad
Una ventolera desagradable recibió a siete magníficos de la arada de la Comunidad de Madrid a las nueve de la mañana de ayer en Fuente el Saz del Jarama (30 kilómetros al no reste de Madrid). Cada uno tenía hasta dos horas y 40 minutos para roturar con mimo una parcelita de 20 por 100 metros. Poco espacio y mucho tiempo, porque se trataba de no ahondar demasiado ni de arar rápidamente. Todo lo contrario. Era la novena edición del campeonato, y ganó. Felipe Sevilla, de 54 años, un ve terano en este tipo de contiendas, que fue, para el jurado, quien más sistemáticamente labró: con surcos más iguales, paralelos, rectos y limpios. Lo de sistemático no es ninguna exageración: Felipe Sevilla llevaba en un improvisado atril pegado al volante un cuaderno cuadriculado donde apuntaba, entre 'otras cosas, la incidencia del arado, la medida de las ruedas, la velocidad del tractor, los metros -y a veces incluso los centímetros- que quedaban de tierra. "Esto del campo no es tan fácil como la gente de las computadoras se cree. O como se creen esos ciclistas que te ven desde la carretera y gritan 'Eh, ése de la mula", contaba Felipe minutos después de terminar su tarea.
Cerca de Felipe labraba Victorino Mendieta, "de cincuenta tantos años", y aclara: "No lo sé muy bien". Todo un personaje: tan tranquilo que, según cuentan algunos, un día se quedó dormido en un campeonato. Lo que es seguro es que siempre tiene apuros de tiempo por su parsimonia: "Me gusta hacer las cosas despacio y bien", respondía el labrador a quien le preguntaba que por qué no corría más. Era el único, por otra parte, que entretenía el ir y venir del tractor oyendo música con unos auriculares: El sitio de Zaragoza y jotas aragonesas. "Lo escucho porque estaba un poco deprimido y me anima", decía. A pesar de todo, Victorino quedó tercero. Eso sí, cuando se dirigía cansinamente a recoger la copa el organizador le tuvo que pedir que se apresurara.
El segundo puesto fue para una joven promesa: Juan Ignacio Gómez, de 16 años. Junto con Felipe Sevilla participará en el Campeonato de España. Los 300 espectadores, la mayoría agricultores, animaban, criticaban y aprendían. "Esto está bien, pero mejor es que el concurso se hubiera suspendido por la lluvia, que hace falta agua", comentaba un labrador del público.
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