Un fiscal de consumo investigará la venta del chicle adelgazante Biodel

Sufrir una taquicardia parece ser, de momento, la única "propiedad milagrosa", como dice la publicidad, del chicle supuestamente adelgazante Biodel. La Dirección General de Consumo de la Generalitat, tras intentar sin éxito recabar datos acerca de este producto, ha decidido poner el asunto en manos del fiscal de consumo valenciano para que determine si hay delito en su comercialización. Según la Generalitat valenciana, el chicle Biodel se vende sin registro de producto dietético o farmacéutico. El chicle se vende, presuntamente de forma ilegal, a través de una línea 900 y sin indicar los productos que lo componen.El pasado lunes, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) exigió al Instituto Nacional de Consumo la retirada del mercado de este producto, que ayer seguía anunciándose en diversos medios de comunicación, a pesar de la circular emitida por las propias autoridades sanitarias el pasado 25 de febrero que calificó este producto de "clandestino".