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"Me gustaba jugar con los alumnos", dice el maestro acusado de abusos

La Junta denuncio al profesor de Córdoba ante la abstención de los padres de las niñas

El profesor F. F. J., acusado de 12 delitos de corrupción de menores desconocía ayer que el fiscal hubiera pedido 72 años de cárcel. El maestro, de 59 años, defendió ayer su intachable carrera de 33 años y reconoció, con lágrimas en los ojos, que siempre le ha gustado jugar con sus alumnos, lo que no debe confundirse, añade, "con los abusos sexuales de los que habla el fiscal". El profesor fue denunciado en marzo del pasado año por la Junta de Andalucía, ya que los padres de las supuestas víctimas querían evitar que sus hijas tuvieran conciencia de lo ocurrido. La vista del juicio será el 21 de abril.

El profesor niega todos los hechos que se le imputan y para los cuales el ministerio fiscal pide 72 años de prisión, 144 años de inhabilitación, 12 multas de 200.000 pesetas y a que indemnice a las escolares a las que supuestamente sometió a abusos sexuales con 300.000 pesetas a cada una de ellas.Su abogado, José María Muriel, ha pedido la absolución, solicitud que hará extensiva en el juicio que se celebrará el 21 de abril próximo.

La noticia de la petición fiscal la conocieron ayer el profesor y su esposa al leerla en este periódico. Ambos se mostraron sorprendidos por la calificación provisional del ministerio público, en la que manifiesta que el maestro "realizaba tocamientos lujuriosos en diversas partes de los cuerpos de las alumnas, acciones que consistían en meterle la mano por debajo de sus ropas, en el pecho y en la espalda, así como por sus muslos y debajo de las bragas palpando sus órganos genitales". También negó haber sentado a sus alumnas en sus rodillas cuando las llamaba para leer.

Archivo administrativo

El profesor manifestó que tales acusaciones no se han producido, y calificó de "barbaridad" los argumentos de la fiscalía. Su abogado indicó que su cliente no había cometido esos hechos porque, a su juicio, "nadie comete abusos sexuales delante de otras personas, en este caso ante el resto de los alumnos y en un aula de reducida superficie".Según el acusado, todo se debe a la información que una maestra de apoyo dio a los padres de las escolares cuando el profesor se dio de baja el 8 de marzo de 1993 por enfermedad. Este periódico no pudo localizar ayer a esta maestra, que está destinada fuera de Córdoba.

Los "actos libidinosos" que se le achacan a este profesor sucedieron a lo largo del curso 1992-1993 con niñas de nueve y diez años. Los padres de las alumnas del colegio -el Hernán Ruiz, de Córdoba- que presuntamente fueron objeto de los abusos deshonestos se resistieron a presentar una denuncia, según informó ayer el delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Córdoba, José Valdivia. Fue este departamento quien dio conocimiento a la fiscalía de los abusos.

Valdivia explicó que los padres de las alumnas afectadas rehusaron, salvo un matrimonio, presentar la denuncia "para que sus hijas no supieran que habían sido objeto de abusos deshonestos". Fue la propia delegación de Educación la que dio cuenta de esta denuncia tras abrir un expediente disciplinario al profesor, ahora archivado administrativamente al haberse jubilado el maestro por enfermedad.

El director del colegio, Máximo Huertas, rehusó hacer cualquier comentario sobre este asunto e invitó cortésmete al redactor de esta información a abandonar el centro al saber que el propósito de la entrevista era conocer qué había ocurrido para que la delegación de Educación presentara la denuncia.

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