El prelado del Opues Dei, Álvaro del Portillo, fallece en Roma a su regreso de Jerusalén

El cadáver de Álvaro del Portillo reposa sobre el suelo, subiendo unos escalones desde la urna que contiene los restos del fundador del Opus Dei, José María Escrivá de Balaguer, a quien sus fieles llaman generalmente "el Padre". Tres sacerdotes concelebran una misa absolutamente silenciosa en el altar superpuesto. Las mujeres se acercan por los lados. Se arrodillan. Besan al difunto y frotan estampas o rosarios contra sus manos. Es el duelo por el último prelado de la Obra, que falleció repetinamente en la madrugada de ayer en Roma, a los 80 años, recién llegado de un viaje a Jerusalén.

El Papa, que había enviado un telegrama por la mañana, acudió por la tarde a la capilla ardiente, instalada en la Prelatura del Opus, pasadas las seis de la tarde, y permaneció 15 minutos, acompañado por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano. El medio millar de personas que se encontraba allí se puso de pie. El Papa rezó cinco minutos de rodillas, y luego, en pie, recitó la Salve en vez del responso y roció con agua bendita los restos mortales.. La Prelatura, en el viale Bruno Buozzi, una antigua sede diplomática de un país del Este coquetonamente remozada con maderas labradas y muchos mármoles, acoge la capilla ardiente hasta las seis y media de la tarde de mañana, viernes, hora para la que están previstos los funerales, en la vecina iglesia de San Eugenio. Luego, Del Portillo será enterrado en la cripta situada bajo id capilla de la sede central, en el mismo nicho donde resposaron los restos de Escrivá de Balaguer hasta que fue beatificado.

Cardioesclerosis

El prelado del Opus falleció a las cuatro de la mañana de ayer, horas después de volver de Tierra Santa, donde el pasado martes había celebrado misa en el Cenáculo de Jerusalén, la sede de la Última Cena. Del Portillo, nacido en Madrid el 11 de marzo de 1914, padecía una cardioesclerosis que le obligaba a guardar régimen y a observar ciertos cuidados.

"Ha sido todo inesperado. Me llamó poco antes de las cuatro porque no se sentía bien. El médico llegó enseguida, se hizo todo lo posible, y cuando nos dimos cuenta de la gravedad de la situación, le administramos los últimos sacramentos", manifestó ayer Javier Echevarría, sacerdote navarro de 60 años que, como vicario general del Opus, se ha hecho cargo de la Prelatura hasta que, en un plazo aproximado de tres meses, se elija al nuevo prelado. Otros colaboradores destacados del Del Portillo son los sacerdotes españoles Francisco Vives y Joaquín Alonso.

Todos ellos fueron colaboradores de Escrivá de Balaguer, como el propio Álvaro del Portillo, que era amigo personal del fundador e ingresó en la Obra en 1935. Dada su proximidad personal y pastoral con Escrivá, cuando éste murió, el 26 de junio de 1975, también de un ataque cardíaco y en la misma sede de Bruno Buozzi, Del Portillo resultó ser su sucesor natural, convirtiéndose en el segundo dirigente del Opus.

Los años de Álvaro del Portillo han sido históricos para la Obra. En 1982, Juan Pablo Il la convirtió en la primera Prelatura Personal que haya existido en la Iglesia católica; en 1984, le encomendó la Academia de Teología de Roma; y en 1992 procedió, entre polémicas, a la beatificación de Escrivá. Los miembros del Opus pasaron, en el periodo de Del Portillo, de 60.000 a 77.000, según datos oficiales, extendiendo su presencia a 20 nuevos países.

El empeño más reciente de Del Portillo se centraba en la creación de una gran clínica y una facultad de Medicina en Roma, como germen de una institución similar a la Universidad de Navarra. El actor Alberto Sordi había donado, a esos efectos, unos terrenos en los que posteriormente surgieron problemas burocráticos para construir. Como alternativa, el Opus ha logrado entrar en el American Hospital, una de las mejores clínicas de Roma, donde ya han comenzado los cursos de Medicina.

El duelo por Álvaro del Portillo comenzó muy de mañana en la sede del Opus, que Pedro Aguirrebengoa, embajador de España ante la Santa Sede, visitó hacia las 10.00 horas. Acudieron al pésame varios cardenales, entre ellos Angelo Felici, Carlo Palazzini, Pio Laghi y el español José María Javierre.