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La Guardia Civil peina Vallecas y desmantela tres talleres ilegales

La Guardia Civil, con la ayuda de la Policía Municipal, detuvo ayer a 60 ciudadanos chinos que se encontraban en España en situación ilegal y que trabajaban en condiciones deplorables en tres talleres clandestinos de confección, situados en la calle de Ramón Calabuig y Hachero (Vallecas), según informaron fuentes próximas a la investigación. También fueron registrados con orden judicial tres domicilios en la calle de la Batalla de Belchite (Arganzuela) y un restaurante, llamado Shanghai, en la calle de Peironcely, cercana a la que escondía los talleres de confección.

En el restaurante Shanghai fue donde se halló la documentación falsa: 12 pasaportes, los cuales son utilizados para entrar ilegalmente en España. Uno de los detenidos ya ha sido identificado como cabecilla de la mafia china implantada en Madrid, según informaron fuentes policiales. Las mismas fuentes sospechan que otro de los arrestados ayer también es un hombre importante de las seis bandas secretas que operan en la capital. Anoche, todos los detenidos prestaban declaración en las dependencias de la Guardia Civil, en Tres Cantos.Fuentes de la investigación, dirigida por el servicio de Información de la 112a Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, añadieron que los tres locales clandestinos localizados eran dirigidos cada uno por un detenido, mientras que los 55 restantes eran trabajadores de los mismos.

Fuentes policiales describieron ayer el patético aspecto de estos talleres de confección, donde los hombres reciben unas ocho pesetas por cremallera que cosen y hacen jornadas continuas desde las diez de la mañana hasta las dos de la madrugada, sin ver la luz.

Explotación brutal

Sometidos a la explotación más brutal, pues habitualmente trabajan para pagarse los, permisos de residencia, un documento que las propias mafias venden por medio millón de pesetas, sufren unas condiciones higiénicas deplorables. Cuando terminan el trabajo no salen de estas ratoneras, ya que los locales clausurados ayer se utilizan también como dormitorio de los trabajadores. Allí, disponen de un servicio con un reducido plato de ducha y un agujero a modo de retrete.El Grupo de Ordenanzas Municipales de la Policía Municipal colaboré en las detenciones, al inspeccionar al menos nueve puntos relacionados con las actividades de las mafias chinas en Madrid. De los nueve, siete fueron blanco seguro: los tres talleres, otros tantos domicilios y un restaurante. La Policía Municipal inició un seguimiento de empleados chinos ilegales a finales del año pasado, cuando fueron inspeccionados un cocedero de mariscos ilegal en Vallecas e intervenidas ventas de productos pirotécnicos.

Para la operación de ayer fueron movilizados unos 140 hombres, de los cuales un centenar pertencen a la Policía Municipal, que utilizó a 30 agentes de los Grupos de Ordenanzas Municipales, una suerte de agentes secretos; motoristas de enlace y perros rastreadores, además de mecánicos para forzar las puertas.

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En Madrid operan al menos seis redes importantes dedicadas a la inmigración ilegal, la extorsión a sus compatriotas y al blanqueo de dinero en los talleres ilegales. Estas bandas mafiosas tienen conexiones en Valencia, Andalucía, Italia y Portugal.

En Madrid suman unos 150 efectivos, y la policía sospecha que todas están dirigidas por un solo hombre, denominado el Gran Tío.

Los chinos que llegan a Madrid en situación ilegal suelen ser explotados por sus compatriotas en restaurantes, talleres de confección, lavanderías y pequeños laboratorios fotográficos.

Los empleados en talleres clandestinos constituyen una mano de obra muy barata, hasta tal punto que algunos talleres españoles subcontratan a los chinos.

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