_
_
_
_
_

Los viejos oficios mueren en manos del Estado

El mecenazgo de la Administración no es buena cosa en los tiempos que corren. Así lo sufren los artesanos de la Fundación de Gremios. Dependen de cinco ministerios, del Patrimonio Nacional, de la Comunidad de Madrid, de Cajamadrid y de la Cámara de Comercio. Pero, lejos de estar entre algodones con tanto presupuesto, sospechan que sus benefactores les van dejando morir. La fundación nació en 1941 para salvaguardar Ias artes de gloriosa tradición en España". Ahora, los artistas se quejan: "En Francia estaríamos como oro en paño". Aquí llevan dos meses, sin cobrar su salario de 90.000 pesetas.

Más información
Paciencia, oficio, arte y tiempo

Para aprender a fabricar a mano laboriosas piezas de arte hacen falta muchos años de oficio; "eso no se aprende en tres meses de cursillo del Inem", dicen los artesanos. También es cierto que los artistas de verdad, los que exponen en Núremberg sus piezas de arte millonarias, no se pagan con una nómina de 90.000 pesetas al mes. Pero a pesar de sufrir estos sinsentidos, las manos del centenar de artesanos de la Fundación de Gremios siguen cincelando con mimo maderas nobles, anudando alfombras y tapices palaciegos y alisando las arrugas del tiempo a las incalculables piezas del patrimonio artístico español.Mientras tanto, recuerdan a la Administración que les tiene olvidados, que está dejando morir sus oficios y que llevan ya dos meses sin cobrar. Y con 90.000 pesetas de salario -y horario de 8.00 a 15.00- tampoco da para ahorrar por si a cinco ministerios, una administración y una caja de ahorros les da por no pagar "porque no hay dinero".

El pasado 22 de febrero se plantaron todos frente al Ministerio de Cultura para pedir a José Guirao, director de Bellas Artes y Museos y actual presidente de la Fundación, que salve la situación. Aquél día estaba Guirao en Sevilla, con la ministra Carmen Alborch, y la cuestión se saldó con "buenas intenciones; palabrería", dice el gerente de la Fundación, Julio Domínguez. Y reconoce: "Estos trabajadores son muy comedidos; si lo que pasa aquí sucediera en otros lados se habría producido ya una revolución". Guirao no respondió a los recados de este periódico. Fuentes de Cultura explicaron que la responsabilidad sobre la Fundación está repartida entre varios ministerios y se remitieron al gerente, el citado Julio Domínguez.

Los duques de Alba, los barones Thyssen, el Palacio Real y otras institúciones y nombres propios recalanen estos talleres para que el centenar de artesanos devuelva el lustre a sus valiosas piezas de arte. Pero la fábrica se está muriendo de inanición. "Nos estamos enterando de que se llevan tapices a Bélgica o a Polonia para repararlos allí, y cuando preguntamos los motivos nos salen con 'cuestiones técnicas', pero está claro que intencionadamente están dejando de encargarnos cosas", dice el gerente.

Y no parecen conclusiones suspicaces: si en 1990 se facturaron 100 millones de pesetas con el Patrimonio Nacional, el año pasado los encargos no superaron los siete millones. Tampoco han brillado por su generosidad las subvenciones en 1992 fueron de 75 millones, en 1993 la cosa se rebajó a 49 millones, y para este año se tienen que apañar con 45 millones de pesetas. Deben a la Seguridad Social cinco meses de cotización, así que esta subvención va a permanececer en las arcas de Cultura hasta que se salden las deudas.La Fundación carece ya apenas de bienes: una nave industrial en el polígono de Fuencarral y maquinaria antiquísima y muy valiosa, pero que el día en que se venda significará que los oficios han desaparecido. ' Antes tenían un palacete en Cardenal Herrera Oria, donde trabajaban, y terrenos que llegaban desde allí hasta El Pardo. Lo vendieron todo para pagar deudas a la Seguridad Social.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los ministerios de Cultura, Economía y Hacienda, Relaciones con las Cortes, Educación y Ciencia, Trabajo, el Patrimonio Nacional, la Comunidad de Madrid, Cajamadrid y la Cámara de Comercio integran esta fundación, reconvertida a los usos democráticos en 199L Entonces dejó de llamarse Fundación Generalísmo Franco, para ser la Nueva Fundación de Gremios.

"Papel mojado"

La expresión de su objetivo también adopotó nueva fórmula, y su razón de ser se justificó por "la realización sin ánimo de lucro de actividades de promoción, mantenimiento y defensa de los oficios afines a las artes ornamentales, ligadas a la historia y la cultura de nuestros pueblos, evitando su pérdida y olvido, mediante la formación de futuras generaciones y la creación de talleres donde se apliquen estos oficios para la producción y restauración de piezas". "Papel mojado", dicen los artesanos sobre esta declaración de intenciones. "Aquí hacemos parte de la historia de España, que estaría perdida de no ser por la Fundación", señalan los trabajadores. El gerente añade: "La Administración fue nuestro mecenas, nos protegió, pero Patrimonio ha decidido que esto sale muy caro y nos va abandonando poco a poco a nuestra suerte; pero somos una especie incapaz de sobrevivir en libertad; si el Estado no nos mima moriremos seguro".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_