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El arte y el sida

Dos críticos analizan en un libro la representación ideológica de la enfermedad

"Se ha hecho del sida una enfermedad maldita, y esto se plasma en el mismo lenguaje, en el decir, por ejemplo, afectado de sida, y no sidoso o sidótico" comenta Juan Vicente Aliaga, coautor, junto a José Miguel G. Cortés, del libro De amor y rabia. Acerca del arte y el sida, que ha publicado la Universidad Politécnica de Valencia. Es el primer estudio publicado en España sobre la imagen del sida que se ha dado en el arte y en los medios de comunicación, y sobre la repercusión que esta imagen ha tenido en la marginación de los enfermos.

Aliaga y Cortés, críticos y profesores de teoría artística en la Facultad de Bellas Artes Valencia, iniciaron su trabajo, no exento de pasión,- tras la experiencia personal de ver cómo algunos de sus amigos morían a causa de la enfermedad -entre ellos, Pepe Espaliú, amigo personal y uno de los revulsivos del proyecto- y de la "pasividad" con la que el mundo cultural español ha abordado el tema.De amor y rabia es un título claro. "Rabia porque la representación del sida nos provoca indignación; amor porque hemos intentado dar una imagen más positiva y más plural de la enfermedad", comenta Aliaga. Se quejan los autores de que, en comparación con otros países, especialmente los anglosajones, los intelectuales y artistas españoles han evitado la reflexión sobre el tema a pesar de que la enfermedad ha afectado a muchos de ellos. La diferencia que se establece en el libro entre los capítulos sobre los artistas y grupos activistas estadounidenses y el dedicado al arte español es abismal. Con contadas excepciones, como la de Pepe Espaliú o el antropólogo Alberto Cardín -ambos fallecidos a causa de la enfermedad-, se ha escondido o silenciado la enfermedad.

Pasividad

"Una de las razones por la que hicimos el libro es porque muchos amigos han fallecido y porque nos daba rabia que aquí nadie hubiera reaccionado", comenta Aliaga. "Hay una pasividad tremenda incluso entre artistas que se dedican a hacer un arte social o político.

¿Cómo es posible que no reaccionen? En Estados Unidos, donde una parte importante de la comunidad artística ha fallecido debido al sida, lo que explica en gran parte la gran reacción que ha habido desde, todos los ámbitos, se han escrito centenares de obras de teatro sobre el sida; en España, que yo sepa, sólo una, Mari Carmen de Andreu Morte, y en mi opinión dando una visión histérica de la enfermedad. De literatura tampoco hay prácticamente nada, de arte muy poco [en el libro citan, entre otros, a Javier Codesal, Roberto González Fernández, Pepe Miralles, Alejandra Orejas, Sonia Guisado Jesús Martínez Oliva, Frederic Amat o Guillermo Paneque], y en televisión sólo en los últimos tiempos y en poquísimos programas, algunos serios, se ha tratado el tema".

El libro recoge todo lo que se ha hecho sobre el sida hasta julio de 1993, incluyendo, además de una recopilación de artículos publicados por diversos autores, ensayos sobre los medios de comunicación, las campañas oficiales y las de los grupos activistas y la presencia del sida en el arte, la literatura y el teatro.

"El mundo cultural español piensa que éste es un tema político y el arte no debe contaminarse", dice Aliaga. "Con el libro, que es una primera aproximación, queremos mostrar cómo se ha representado el sida, tanto en el ámbito social y cultural como en el artístico, y demostrar que aunque el arte no puede salvar vidas, sí se puede conseguir a través del arte recursos iconográficos que den una imagen más solidaria de la enfermedad y de los afectados y que sea a la vez una crítica de la intolerancia que existe en la sociedad".

Una parte importante del libro explica como la evolución de la imagen del sida ha cambiado favorablemente desde que empezaron a detectarse los primeros casos, aunque continúa teniendo el estigma de ser una enfermedad maldita cuyos afectados en su mayoría son culpables de algo, sea de promiscuidad, homosexualidad o drogadicción.

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