Heridos en Nueva York cuatro jóvenes judíos, dos de ellos de gravedad, al ser tiroteado su vehículo

La ola de violencia desatada en Oriente Próximo llegó ayer hasta Nueva York, donde cuatro adolescentes judíos resultaron gravemente heridos -dos de ellos se encontraban anoche en estado crítico- al ser ametrallada la camioneta en la que viajaban.El ataque, perpetrado con ametralladoras, ocurrió cuando el vehículo que transportaba a una docena de miembros de la comunidad judía ultraortodoxa norteamericana de la secta Lubavitch Hasidic cruzaba el puente de Brooklyn en dirección a esa población y procedente de Manhattan. Los adolescentes venían de visitar, junto a un millar de judíos, a su líder religioso, el rabino Menchem Schneerson, de 91 años, internado en un hospital recuperándose de una operación.

Los autores del atentado, según la policía, dispararon sus armas desde un coche que venía en sentido contrario y se dieron posteriormente a la fuga. Fuentes de la comunidad Lubavitch dijeron que, antes de disparar, los dos atacantes gritaron "¡Muerte a los judíos!" en idioma árabe. La cadena de televisión CNN mencionó testigos que identificaron a los autores como dos hombres "de aspecto árabe". La policía, sin embargo, no confirmó esta información.

Este atentado se produjo a poca distancia de la sede de las Naciones Unidas, donde los miembros del Consejo de Seguridad seguían discutiendo anoche los términos de una resolución en la que se condenará la matanza de Hebrón y se propondrán medidas para la pacificación de los territorios.

La aprobación de la resolución, que debía haber sido votada el sábado, se retrasa porque EE UU quiere asegurarse de que servirá para que los palestinos accedan a regresar a la mesa de negociaciones con Israel. Por una vez, los responsables norteamericanos parecen dispuestos por ello a presionar a Israel para que tome medidas de protección efectivas de los palestinos. El vicepresidente, Al Gore, exigió ayer "una aplicación rápida" de las medidas anunciadas en Jerusalén contra los colonos más extremistas, mientras el secretario de Estado, Warren Christopher, afirmaba ante una comisión parlamentaria que "los palestinos deben tener un sentimiento suficiente de seguridad que les permita volver a la mesa de negociaciones". "Hay un problema con los colonos más militantes que quieren parar el proceso de paz de la misma manera que hay un problema con los árabes extremistas", añadió.

Contactos telefónicos

El secretario de Estado había hablado anteriormente por teléfono con varios dirigentes árabes, entre ellos el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, a quien el jefe de la diplomacia de Washington calificó de "figura indispensable" en el proceso de paz. Tambien habló con el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faruk al Shara, para discutir las condiciones en los que los palestinos aceptarían reanudar las negociaciones.

Un portavoz del Departamento de Estado Informó que Christopher hizo esas llamadas para asegurarse de que "la agenda de las conversaciones no esté impuesta por el extremismo". Sin reconocerlo oficialmente, EE UU está ofreciendo a la OLP una resolución dura en el Consejo de Seguridad, que incluya la petición de observadores civiles en los territorios, a cambio de la vuelta de los palestinos al diálogo.

Para ello, Washington parecía anoche dispuesto a que la resolución mencione la necesidad de "una presencia extranjera" en los territorios ocupados como garantía para la seguridad de la población palestina. Israel y Estados pretenden, sin embargo, que esa presencia sea desarmada y civil, mientras que la OLP busca la creación de una especie de fuerzas internacionales de interposición.