"No queremos que nos mate el proceso de paz", dice la OLP al rechazar el diálogo
ENVIADA ESPECIAL La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) tachó ayer en Túnez de "superficiales y parciales" las medidas adoptadas el domingo por el Gobierno israelí para evitar otra matanza como la ocurrida el viernes pasado en Hebrón, donde fueron asesinados 48 palestinos por un colono judío, y rechazó la reanudación de las negociaciones bilaterales. "No queremos matar el proceso de paz, pero tampoco queremos que el proceso de paz nos mate a nosotros", declaró en Túnez el portavoz de la OLP, Yasir Abed Rabo.
Rabo destacó que la OLP exigue unos "requisitos mínimos" para restablecer el diálogo con Israel:"Una presencia internacional efectiva" y que los colonos judíos establecidos en los territorios ocupados sean desarmados, "especialmente los asentados en Gaza, Kiryat Arba y Hebrón".
Fuentes diplomáticas aseguraron anoche que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, trató de mediar en este nuevo conflicto entre israelíes y palestinos y envió una carta al líder de la OLP, Yasir Arafat. En el mensaje se incluía una propuesta israelí en la que se aceptaba la presencia de observadores internacionales sin armas en Gaza y Jericó, y un aumento de 8.000 a 10.000 en el número de. policías palestinos armados que patrullarán esas zonas cuando entre en efecto el acuerdo de autonomía.
Según las mismas fuentes, Arafat aceptó la propuesta, pero el Comité Ejecutivo de la OLP, reunido hasta la madrugada de ayer, se opuso- rotundamente. Rabo aseguró que la OLP "no ha recibido ninguna propuesta oficial de Israel". Con ello dio por zanjada la cuestión de la supuesta apertura de una nueva brecha entre Arafat y quienes se oponen al proceso de paz dentro de la central palestina.
Según Rabo, hasta que no se garantice la seguridad de la población palestina, no se pueden reanudar las negociaciones con Israel: "No podemos hablar de paz, cuando la vida de los palestinos está amenazada. Las medidas adoptadas por el Gobierno de Isaac Rabin, no responden a la situación explosiva que viven los territorios ocupados" tras la matanza de la mezquita de Hebrón. Israel anunció que han sido requisadas las metralletas y rifles automáticos de 30 colonos, aunque les permitió mantener sus pistolas como "armas defensivas" y que 15 colonos serán expulsados de los territorios ocupados y otros cinco detenidos temporalmente.
La OLP está poniendo todo su empeño por convencer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de que impulsar el proceso de paz significa comprometerse en la protección de los palestinos. "No pedimos un ejército, pero sí una presencia internacional efectiva que ayude a convencer a los palestinos de que están seguros", declaró Rabo, que indicó que sólo al Consejo de Seguridad de la ONU incumbe el determinar si sus hombres han de ir armados o desarmados. "Nosotros en lo único que insistimos es en que la. presencia internacional no ha de ser simbólica sino efectiva", añadió.
En medios, palestinos de Túnez se aseguraba ayer que la decisión, que adopte el Consejo de Seguridad será determinante para que el Comité Ejecutivo de la OLP decida la vuelta a las negociaciones de paz. Ambos órganos tenían previsto reunirse anoche en Nueva York y Túnez, respectivamente. A pesar de negarse a continuar las conversaciones con Israel, la OLP hizo hincapié en que dedica "todos sus esfuerzos al proceso de paz", motivo por el cual mantendrá los contactos con EE UU y Rusia, como copatrocinadores de éste, al igual que con los países europeos y árabes involucrados.
En un intento de evitar las críticas de quienes puedan llegar a acusar a la central palestina de romper el proceso de paz, Rabo destacó que los únicos que ponen en peligro la paz en la zona son "ciertos colonos que representan una bomba de relojería" y la tolerancia del. Gobierno israelí frente a un "ejército paralelo que constituye un auténtico grupo terrorista".
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