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Soldados israelíes matan a un colono que se salta un control en Cisjordania

El síndrome de Hebrón sigue alimentando la espiral de la violencia en los territorios ocupados. Mientras 17 palestinos resultaban heridos ayer por el Ejército cuando protestaban por la matanza de Hebrón, ocurría un hecho sin precedente en el Estado hebreo: un colono fue abatido a tiros, y su mujer gravemente herida, por soldados israelíes, tras haberse aparentemente saltado un control el vehículo en el que viajaban. El choque tuvo lugar en las cercanías del asentamiento de Ariel, en Cisjordania. Por otra parte, Israel liberó ayer a unos 500 prisioneros palestinos para intentar desactivar la explosiva situación que vive la región.

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Las circunstancias del incidente en el que murió el colono aparecían todavía anoche confusas. Por lo visto, los soldados abrieron fuego contra un vehículo que no se había parado en un control cerca de Ariel y cuyo conductor había disparado previamente contra ellos.Aunque un portavoz del Ejército se apresuro a asegurar que la muerte del colono se debió a "un error", ha sido de hecho el primer enfrentamiento mortal entre israelíes que se encuentran en polos opuestos frente el desfalleciente proceso de paz. Unos altos oficiales del Ejército se desplazaron ayer por la tarde al lugar de los hechos para investigar las circunstancias exactas del enfrentamiento.

Lo que no tenía visos de novedad, en cambio, fueron los enfrentamientos que opusieron ayer, una vez más, el Ejército israelí y los manifestantes palestinos que, en los territorios ocupados, protestaban contra la matanza que tuvo lugar en la mezquita de Hebrón.

Los choques más violentos tuvieron lugar en Gaza, donde los militares dispararon contra los jóvenes que les lanzaban piedras en los campos de refugiados, como en los tiempos más duros de la Intifada. Varias zonas de la franja siguen bajo el régimen del toque de queda desde la matanza de Hebrón.

Por otra parte, fuentes de la policía libanesa informaban ayer de choques en el sur del país entre miembros del grupo Hezbolá y soldados israelíes, en los que murieron cuatro militantes integristas. También el grupo chií Amal reivindicó un atentado contra soldados israelíes, que no produjo heridos.

'Gestos' israelíes

Para tratar de aplacar la furia árabe, Israel empezó a liberar ayer a centenares de palestinos, a la vez que ofrecía compensación económica a las víctimas de la matanza de Hebrón y anunciaba su disposición a aceptar observadores internacionales en los territorios ocupados.

Estas medidas fueron acompañadas de una altamente simbólica visita de condolencias del gran rabino de Israel al presidente del Alto Consejo Islámico, el jeque Hassan Tahbub.

Los israelíes liberaron a aproximadamente 500 prisioneros palestinos de las cárceles de Ketziot, en el sur de Israel, y Dahariya, en Cisjordania, y anunciaron que otros 300 recobrarán su libertad hacia el Fin de semana. La liberación de este contingente estaba prevista incluso antes de que el colono judío Baruch G1dstein perpetrara la matanza de Hebrón, aunque fuentes Oficiales aseguraron que se había acelerado la medida como "gesto de buena voluntad" para ayudar a enfriar las pasiones en la región.

Los dirigentes palestinos, por su parte, exigen la liberación de todos los prisioneros -unos 9.000 según las autoridades y unos 12.000 según fuentes de las organizaciones humanitarias-.Los portavoces palestinos aseguran que sólo se están beneficiando de la amnistía los presos que estaban precisamente a punto de cumplir sus condenas.

Sufyán Abu Zeidah, dirigente del movimiento Al Fatah en la franja de Gaza, declaró ayer a Radio Israel: "SI realmente quieren calmar los ánimos, deben liberar inmediatamente a los millares de prisioneros que no tienen, como sostiene Israel, las manos manchadas de sangre". Un portavoz del Ejército había anunciado que la amnistía sólo beneficiaría a quienes no estén directamente involucrados en ataques contra ciudadanos israelíes.

Por otra parte, el Estado hebreo reiteró ayer su negativa a desarmar a los 120.000 colonos instalados en los territorios, aunque aceptó tomar medidas contra los más violentos. El ministro de la Policía, Moshe Shahal, afirmó que sólo un centenar de colonos pertenecen al movimiento extremista antiárabe Kach -del que era miembro el autor de la matanza de Hebrón- y que éstos serán desarmados por las autoridades.

Indemnizaciones

Mientras tanto, el ministerio israelí de Asuntos Sociales anunció ayer que el Estado va a pagar indemnizaciones a los heridos y a los parientes de los muertos en la mezquita de Hebrón.

Las cifras exactas se discutían anoche, pero parecía evidente que el Gobierno tenía la intención de pagar sumas bastante más modestas que las que hace efectivas a víctimas israelíes en actos de violencia. "El nivel de vida en los territorios ocupados es más bajo que en Israel y, por tanto, la compensación será inferior a la que se pagaría en Israel", declaró al respecto Yosef Tamir, jefe del servicio de Seguridad Social.

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