_
_
_
_

Satisfacción entre los habitantes de Sarajevo por la acción aliada

ENVIADO ESPECIAL La notIcia del derribo de cuatro aviones serbios fue recibida con satisfacción, aunque sin grandes muestras de entusiasmo, por los habitantes de Sarajevo. "Después de dos anos, algo tenían que hacer. Los serbios y los croatas han estado violando la zona de exclusión aérea cuándo y cómo han querido. En teoría ningún aparato puede sobrevolar el espacio aéreo bosnio, pero, en realidad, los dos bandos han seguido utilizando su aviación para bombardear a nuestro pueblo o para transportar armamento", decía ayer un periodista de Oslobodenje, el único periódico que se edita en Sarajevo.

Los cuatro aviones serbios derribados poco antes de las 7 de la mañana de ayer por la fuerza aérea de la OTAN en Bosnia habían bombardeado las ciudades de Novi Travnik y Bugojno, controladas por las fuerzas musulmanas, y se dirigían hacia el enclave de Maglaj. Esta zona septentrional es el escenario en los últimas días de una fuerte ofensiva serbia.

Más información
Mazowiecki critica el papel de los mediadores en las negociaciones
La OTAN derriba cuatro aviones serbios que bombardearon una fábrica de armas bosnia
Karadzic no descarta que sean suyos

Bombardeo de Tuzla

Las milicias serbias también bombardearon ayer intensamente la ciudad de Tuzla y su aeropuerto, que se hallan bajo control de la Armija musulmana. La ONU confía en abrir el 7 de marzo este aeródromo para la llegada de ayuda humanitaria.

"Se ha producido un importante giro en la situación", comentó ayer en Sarajevo el portavoz de los cascos azules, Bill Aikman. Las consecuencias del incidente se produjeron inmediatamente: cierre del aeropuerto de Sarajevo, suspensión de todos los vuelos y de los convoyes terrestres del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) con ayuda humanitaria y cancelación de los vuelos de los helicópteros de Unprofor (las fuerzas de la ONU en la antigua Yugoslavia).

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El domingo los observadores militares de la ONU habían detectado el movimiento de unos siete tanques serbios dentro de la zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de Sarajevo decretada en el ultimátum de la OTAN. Los blindados avanzaban en los alrededores de Vogosca y habían escapado al control de la ONU. "Podrían estar escondidos en el bosque o en ediricios", apuntó Bill Aikman.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_