Mazowiecki critica el papel de los mediadores en las negociaciones

El último informe de Tadeusz Mazowiecki, relator especial de las Naciones Unidas para investigar los atentados perpetrados contra los derechos humanos en la antigua Yugoslavia, y cuya continuidad en el cargo debe ser decidida la próxima semana, no ha gustado a sus superiores. En él viene a insinuar que las negociaciones de paz del último han sido inútiles, pues no han ayudado a impulsar el respeto de los derechos humanos. "No lo describiría tan drásticamente", dice desde el desvencijado despacho que ocupa en la sede de la ONU en Ginebra, "durante las negociaciones el objetivo más importante ha sido la continuidad de las mismas".Reconoce sin embargo que las conversaciones de paz se han mantenido impertérritas mientras se producían dramáticas violaciones de los derechos humanos. "Los negociadores [los copresidentes de la conferencia de paz para la ex Yugoslavia, David Owen y Thorvald Stoltenberg], nunca utilizaron la presión. Por primera vez ahora se está utilizando y ya se han obtenido algunos resultados. Tenemos que aprovechar este clima favorable que existe para conseguir que se respeten los derechos humanos y evitar volver a los antiguos modelos".

El ex primer ministro polaco advierte que para reprender las negociaciones son necesarios cuatro requisitos imprescindibles: "Liberar a los prisioneros de guerra y cerrar los campos donde han estado detenidos; crear las condiciones para el retorno de las personas desplazadas; permitir el libre acceso por aire y por tierra de la ayuda humanitaria y que las denominadas zonas seguras sirvan para ofrecer seguridad a la población civil. Si estas condiciones no se dan, las negociaciones no tendrán credibilidad alguna".

Obstáculos en el camino

Acusado de rebasar su mandato e interferir en el área del Consejo de Seguridad, Tadeusz Mazowiecki se queja de los obstáculos en su trabajo: "He hecho lo que se me ha permitido hacer. No he podido acceder a muchas partes, ya que no tengo ninguna influencia"- y por la falta de coordinación de la ONU.

"El relator especial de la ONU encargado de investigar las violaciones de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia no juega ningún papel especial. ¿Cómo se pueden separar los aspectos políticos y militares de los derechos humanos? Esta situación es muy artificial. Nunca he recibido ningún comentario ni reacción a mis informes y tengo la impresión de estar dirigiendo mis recomendaciones al vacío. Nadie tiene obligación de ofrecer una respuesta... Esta es la manera de trabajar de las Naciones Unidas".