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La OTAN da un nuevo valor estratégico a la anticuada base naval de Sóller

El denominado eje defensivo Baleares-Gibraltar-Canarias vuelve a recobrar el protagonismo perdido tras la caída del muro de Berlín y el fin de la estrategia mundial de la tensión bipolar. La OTAN y el Ministerio de Defensa español así lo entienden al considerar que la anticuada base naval de Sóller (Mallorca) -prácticamente desmantelada por la Armada-, sigue siendo un punto de alto valor estratégico en el flanco sur aliado. Un mirador sobre el Mediterráneo y, más concretamente, sobre el Magreb.

La hipótesis de un eventual ascenso al poder del fundamentalismo islámico en Argelia ha motivado que la Administra ción frene nuevamente el trámite de reversión inmediata, o el uso compartido con el municipio, de parte de las amplísimas instalaciones del destacamento naval mallorquín. El director general de Defensa, Guillermo Llamas, así lo explicó la pasada semana a dirigentes socialistas baleares. La estación naval es una base de despliegue para casos de conflicto, y también la naviera del Estado, la Trasmediterránea, está interesada en tener un punto de atraque para abrir nuevas líneas con la Península.El puerto de Sóller es un enclave geográfico excepcional en la escarpada costa de Tramontana de Mallorca. La Armada ubicó en su segura ensenada, a partir de la guerra civil, en 1937, un gran complejo logístico, una escuela de armas submarinas y base de submarinos, destacamento de Infantería de Marina y punto de atraque de barcos de guerra.

En el cerrado puerto, rodeado de montañas, existen dos kilómetros de muelles -ahora sin navíos- y una compleja red de túneles y polvorines que recorre el interior de la montaña vecina. Asimismo, el Estado conserva decenas de hectáreas de terreno en primera línea turística.

En la actualidad, alrededor de veinte soldados custodian los edificios. En los años de plena actividad, Sóller albergó entre 300 y 1.000 militares.

Donde veranea Serra

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra -que veranea a escasa distancia de Sóller-, y el titular de Defensa, García Vargas, han recogido reiteradas peticiones de los vecinos e instituciones de Sóller.

Parte de los terrenos de la base eran municipales, pero fueron expropiados en su día. Los particulares afectados exhiben también ahora sus derechos.

En 1992, el Ayuntamiento de Sóller acordó reclamar oficialmente la cesión de la base.

La alcaldesa de Sóller, Isabel Alcover, del PP, reconoció: "Nos venden esta historia de la importancia militar, pero es posible que Defensa necesite dinero. Nosotros queremos hacer aparcamientos y amarres para los yates".

Actualmente y, en especial en días de mal tiempo, los pescadores atracan en una parte de los muelles de la Armada.

"El valor estratégico de Baleares resurge ahora como cuando se celebró el referéndum de la OTAN", explicó Joan March, secretario del PSOE en Baleares, quien desde hace una década dirige la negociación de diferentes alcaldes de su grupo con Defensa para lograr el uso de los terrenos militares en desuso. La base aeronaval de Pollença, viejos cuarteles en desuso y diferentes baterías de costa se incluyen en la negociación.

Un miembro del colectivo de vecinos de Sóller que conoce la historia más inmediata del caso, Jaume Casasnoves, recuerda que el deterioro de algunas instalaciones impidió meses atrás que un alto cargo de Defensa inspeccionara la red de túneles. "Las verjas y las cerraduras estaban corroídas por el óxido", indicó. "Sin embargo, el águila imperial del escudo del viejo régimen suelen repintarla".

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