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Las bases del PSOE piden un giro a la izquierda del modelo propuesto por la dirección

Anabel Díez

Los delegados al congreso del PSOE han desbordado por la izquierda a la dirección del partido. En la discusión de la ponencia marco, elaborada por miembros de la ejecutiva y debatida en las agrupaciones durante más de un mes, las bases han demostrado que están a la izquierda del modelo propuesto por la dirección. Así se desprende del análisis de las más de 7.800 enmiendas que han llegado a la sede federal. "Hay una defensa a ultranza de las políticas de solidaridad en un sentido muy clásicamente socialdemócrata", concluye Francisco Fernández Marugán, después de haber estudiado las 2.390 enmiendas al capítulo Hacia un nuevo modelo socialdemócrata o del Estado de bienestar.

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El sello renovador

El secretario general del PSOE, Felipe González, recibirá esta semana un informe pormenorizado de las enmiendas. En el terreno socioeconómico destacan las siguientes:

Precariedad laboral. Las en miendas plantean numerosas cautelas ante la reforma laboral, en concreto contra "la ex plotación" de los jóvenes. El riesgo de que con la reforma aumente la precariedad laboral también suscita varias enmiendas: "El Partido Socialista no aceptará de ninguna manera el despido libre de los trabajado res, tan ansiado por los empresarios de este país...". "La re forma en el mercado laboral no debe traducirse en la transformación de los puestos de traba jo estables en puestos de traba jo precarios...". "Un uso abusivo y continuado de las distintas modalidades de contratación temporal ha demostrado una escasa creación estable, fomentando una excesiva precarización laboral". "Es necesario tratar de mantener los contratos indefinidos. Los trabajado res no pueden estar torturando se continuamente porque en cualquier momento se pueden quedar sin puesto de trabajo".

Empleo juvenil. Los delegados no quieren que se suprima la autorización administrativa para el despido y ponen objeciones a que los jóvenes aprendices no cobren el salario mínimo interprofesional. Donde la ponencia habla de evitar la marginación de los jóvenes, algunas federaciones, como Madrid, piden mayor protección: "Incluso el joven que tiene la suerte de encontrar trabajo puede hallar en esa suerte una explotación de su capacidad productiva por parte del empresario y apoyado por la legislación laboral". "Esta situación se da cuando se contrata a un joven en prácticas o aprendizaje; en este último caso, con una retribución durante el primer año del 70% del salario mínimo".

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La enmienda madrileña concluye: "Esa posición se opone a un principio impreso en nuestro carnet de socialistas, donde e ' n el punto tercero dice: 'Garantizar a todos el producto total de su trabajo".

Pensiones. Una verdadera cascada de enmiendas han ido al apartado de las pensiones para resaltar, con mayor intensidad que la ponencia marco, la necesidad de que se mantenga la revalorización anual y que nadie quede sin una pensión sea cual sea su situación laboral. Junto a las preocupación por las pensiones se destaca la necesidad de crear las condiciones suficientes para garantizar a los ancianos una vida cómoda y con suficiente protección.

Estado de bienestar. Las enmiendas de Madrid, Asturias, Valencia, Jaén, Málaga y Orense, entre otras, insisten en que el Estado de bienestar del socialismo no debe confundirse con el defendido por el capitalismo: "Éste, por razones humanitarias, es posible que aspire a suprimir la miseria, pero siempre mantendrá a la mayoría en la escasez". "El bienestar que debemos defender es el que responde a un socialismo democrático, responsable, equitativo, justo y solidario". También se insiste en la alerta para que el Estado de bienestar no se convierta en una suerte de beneficencia a la que sólo accedan los absolutamente desposeídos.

González tiene una idea muy aproximada de por dónde van las enmiendas en éste y otros capítulos. En la ejecutiva se explica que han llegado a su sede más de 7.800 enmiendas -casi el triple que en el anterior congreso- porque en esta ocasión no ha habido cribas provinciales, sino que las ejecutivas han dejado vía libre a todas las iniciativas.

Un miembro de la dirección explica que "nadie ha querido oponerse a nada, porque de lo que se trataba era de resultar elegido delegado para el congreso, por lo que no convenía ganarse la animadversión de ningún militante por no aceptar su enmienda".

La conclusión es que las bases son más de izquierdas que los autores de la ponencia marco: Txiki Benegas, Francisco Fernández Marugán, Ludolfo Paramio, Raimon Obiols y José María Maravall.

Fernández Marugán reconoce que "a la derecha de la ponencia marco no hay nada". Según Marugán, la ponencia dejaba huecos sin rellenar, y, con las enmiendas, el conjunto que resulta es "clásicamente socialdemócrata". "Hay una defensa a ultranza de las políticas de cohesión social y solidaridad", más allá de la ponencia, añade.

Guerra marca distancias

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, expondrá hoy su posición política e ideológica ante el congreso federal de los próximos días 18, 19 y 20 de marzo. Guerra mantendrá la necesidad de que de esa asamblea su partido salga con unas señas de identidad claras dentro del socialismo democrático. Una señas que le diferencien nítidamente de los planteamientos neoliberales. El marco escogido para la divulgación de sus posiciones será la presentación de cuatro libros editados por las fundaciones. Sistema y Jaime Vera.Los libros que glosará Guerra son El socialismo del futuro, El futuro del Estado,Compromiso de progreso y La socialdemocracia ante la economía de los años 90. El último está firmado por él mismo, Abel Caballero y José Félix Tezanos, aunque hay autores de otras tendencias, como Carlos Solchaga, Ramón Jáuregui, José Luis Corcuera, Francisco Fernández Marugán y Apolinar Rodríguez.

Los guerristas han intentado erigirse durante el debate precongresual en defensores de las tesis socialdemócratas, y los renovadores harán lo posible por evitar que Guerra se apodere de esa bandera.

A la vista del contenido de las enmiendas a la ponencia marco, los dirigentes del PSOE tienen la certeza de que los postulados que defiende Alfonso Guerra van a calar en los delegados al congreso. Ante eso, ven la necesidad de evitar que el vicesecretario general enarbole en solitario la bandera del ala izquierda del PSOE.

Algunos dirigentes renovadores recuerdan que Guerra formuló en su etapa de Gobierno duros ataques contra los sindicatos. Sin embargo, no tienen más remedio que reconocer que en sus propias filas renovadoras, al haber muchos ex guerristas, son muy pocos los que se salvan de no haber atacado frontalmente a UGT, sobre todo en el periodo que rodeó a la huelga general de 1988.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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