"Si fuera homosexual, mi pareja ideal sería Banderas"
"Antes de mi llegada a Berlín, estuve una semana en Nueva York. Mientras caminaba por la calle, la gente me reconocía y se me acercaba para darme sus palabras de apoyo. Me agradecían que les hubiera hecho reflexionar sobre el drama de los afectados de sida y la profunda intolerancia de la cual son víctimas. Este es mi verdadero premio". Tom Hanks habla emocionado sobre el éxito. de su última interpretación en Philadelphia, dirigida por Jonathan Demme, en la que encarna a un abogado homosexual que demanda a su bufete por haberlo despedido tras descubrir que era un enfermo de sida. Y es quizá por el dramatismo de este personaje que el actor, a sus 39 años, ha obtenido su segunda candidatura al Oscar.Pregunta. ¿No teme los riesgos que podría ocasionarle este papel en su carrera?
Respuesta. No. Creo que el público me conoce y me identifica con mis personajes. Si interpreto la figura de un homosexual no quiere decir que lo sea. La única prueba de coraje, si queremos hablar de coraje, ha sido el coste de la película: 25 millones de dólares.
P. ¿Qué huellas ha dejado en usted su personaje?
R. No se puede encarnar un enfermo de sida y vivir su tragedia sin que te modifique profundamente. Y creía ser un hombre más comprensivo. Pero esto me ha hecho entender que debemos mirar a los demás con más humanidad, dejando aun lado los prejuicios y no sólo los que se refieren a la homosexualidad y al sida.
P. ¿Cómo se preparó para el personaje?
R. He conversado con muchos grupos de afectados, que me explicaron con gran paciencia el proceso degenerativo de esta enfermedad. Adelgacé 16 kilos durante el rodaje como consecuencia del virus que me iba consumiendo hasta reducirme a una larva.
P. Después de comedias como Splash y Big, su primera interpretación dramática. ¿Le gusta hacer más llorar o reír a su público?
R. No me gusta la distinción. Tanto lo cómico como lo trágico me divierten. No quisiera ser señor Felicidad pero tampoco sacar lágrimas.
P. De América a Europa, ¿no le gustaría intentar nuevos caminos?
R. Sí, me encantaría. He leído varios guiones pero sinceramente no los entiendo, no logro entrar en la mentalidad europea. Trabajaría sobre todo con Stanley Kubrick, un realizador maravilloso que me ha hecho conocer el poder del cine y sus consecuencias.
P. En Philadelphia tuvo como pareja al actor Antonio Banderas, ¿cómo fue su relación con él?
R. Es una persona fantástica. Siempre alegre, afectuoso y entusiasta con todos. Una simpatía muy europea. Si yo fuera gay y tuviera que elegir a alguien como compañero, Antonio sería la persona ideal.
Babelia
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