Borrell anuncia la concesión de dos licencias para el 'teléfono del futuro'

José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente anunció ayer en el Congreso la próxima aprobación por el Gobierno del reglamento de concesión de dos licencias de telefonía móvil digital, los llamados teléfonos del futuro que, entre o ras cosas, permitirán al usuario llamar y ser llamado al número personal del móvil, se encuentre donde se encuentre, en, cualquier parte de Europa.Una de las dos licencias españolas irá a parar a Telefónica, según lo previsto en el Plan Nacional de Telecomunicaciones, y la otra al sector privado, lo cual supondrá el primer paso para la liberalización de la red telefónica básica y que Telefónica comience a perder el monopolio de la red.

Según consta en el proyecto de reglamento, la concesión se hará por un sistema mixto: se utilizarán los mecanismos de concurso público, y también se tendrá en cuenta el canon que estén dispuestas a pagar a la Administración las empresas que acudan al concurso. La concesión se hará por 15 años, que podrá prorrogarse excepcionaImente por otros cinco. El segundo operador -distinto de Telefónica-, que obtenga la concesión podrá contratar las infraestructuras los tres operadores públicos (Telefónica, Correos y Retevisión) habilitados por la ley vigente. No obstante, el concesionario privado también podrá construir su propia red, si no le satisface la oferta de los operadores blicos.

Oficina móvil

El sistema GSM (Global System for Mobile Communicatioris) se ha implantado ya en casi toda Europa. España, Holanda e Italia son las excepciones. Durante su fase de implantación ha alcanzado unos 100.000 abonados, particularmente en el sector de negocios. Según los expertos, la telefonía digital está llamada a sustituir al actual sistema.El GSM permite, entre otras cosas, actuar como una oficina móvil, posibilitando el empalme del teléfono portátil con un fax y con un ordenador y manteniendo un contacto permanente con la oficina desde cualquier punto de Europa.

Se trata de uno de los sectores más golosos de las nuevas tecnologías de la comunicación. Cinco consorcios de empresas españolas y extranjeras tienen intención de acudir al concurso. Según estimaciones del sector, se requerirán unas inversiones de 100.000 millones de pesetas durante los cinco primeros años, equiparable a la facturación prevista.

Borrell señaló en su comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso de los diputados, planteada a petición del Grupo Popular, que, aunque más tarde de lo previsto -las concesiones debían haberse realizado en 1993- el reglamento será remitido en los próximos días al Consejo de Estado y será aprobado posteriormente por el Gobierno. Felipe Camisón, portavoz del Grupo Popular, echó en cara al ministro la tardanza en liberalizar éste y otros servicios de telecomunicación.