Para una conciencia solidaria
Bajo la denominación de Sala de Proyectos, el Reina Sofía inicia la andadura de un ámbito destinado a la presentación del trabajo en curso de creadores actuales, tanto españoles como internacionales. El nuevo espacio se inaugura, como estaba inicialmente previsto, con los últimos trabajos de Pepe Espaliu; lamentablemente, el fallecimiento del artista cordobés a finales del pasado año ha otorgado a la ocasión acentos de homenaje póstumo.Personalmente considero que el último periodo de la trayectoria de Espaliu abre en su obra un territorio memorable y abismal. Cuando, ya enfermo de sida, el artista hizo de su condición el eje de una meditación de compleja lucidez, su apuesta obtuvo un intensidad que supone un salto cualitativo con respecto a todo su trabajo anterior. Con todo, esa intensidad no proviene -o al menos ello no le añade sino un temblor residual- del aura de dramatismo que, fatalmente, adivinamos en toda obra gestada contra un tiempo que le es ya extremadamente mezquino.
Pepe Espaliu
Museo nacional Centro de Arte Reina Sofía. Santa Isabel, 52. Madrid. Hasta el 18 de abril
Más allá, la última apuesta de Espaliu extrae su intrincada emoción de la capacidad de sustraerse al destino personal para establecer, desde allí, una aventura visionaria de mayor alcance, donde la conciencia solidaria abarca no ya sólo a quienes comparten la enfermedad y sus estigmas públicos, sino que abre desde ella un símbolo deslumbrante de la desamparada fragilidad que nos identifica como especie.
La última obra de Pepe Espaliu obtiene así inolvidables metáforas objetuales de soledad y dependencia, como la hermética silla de mano en su tránsito hacia otro espacio, las jaulas unidas por las varillas que tejen su propio encierro o las muletas que buscan un apoyo compartido. Igualmente memorable resulta contemplar, en esta exposición, el vídeo testimonial de El nido, la última acción artística realizada por este creador.
En un recorrido circular, hecho de reiterados gestos cotidianos, el artista nos ofrece una y otra vez el mismo ritual de despojamiento, hasta llegar a edificar con sus despojos el territorio de su postrera intimidad.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.