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Tribuna:CITA CON EL ARTE EN MADRID
Tribuna
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Maneras de vivir

Todo va y viene; el dinero, la suerte, el entusiasmo, todo se agita y se para y se vuelve a agitar, las cosas suben y bajan y en general, mires donde mires, todo cambia para volver a ser lo que era o a lo mejor otra cosa totalmente distinta. En resumen, estuve en Arco. Había una ministra y una infanta y un montón de cuadros y esculturas. Nunca he ocultado mi absoluto desinterés por la monarquía, por ésta o por cualquier otra, así que me fijé más en el resto. No sé mucho de arte, incluso creo que es la primera vez que escribo esta palabra, pero tengo amigos que saben, amigos galeristas y amigos pintores y amigos que hacen revistas. Fui a Arco a verles y también a ver los cuadros y las cosas que hay por allí, porque mi padre es pintor y cuando era un niño me llevaba a exposiciones y supongo que se me ha pegado la afición. Mis amigos me han contado que antes, en la feria, se vendía mucho a gente muy extraña y que ahora se vende menos a gente que trabaja para bancos- y fundaciones y que dejan tarjetas con un número de teléfono donde poder localizarles. No sé por qué pasan estas cosas, me imagino que todo responde a un orden superior. Tampoco me mato tratando de entenderlo, no miro mucho hacia arriba, soy una de esas personas que no sabría qué hacer con un telescopio, por eso me sorprendo tanto cuando los míos sufren las con secuencias de los problemas gigantes. A mí me gusta que mis amigos pinten y que hagan revistas porque me parece mejor que andar apaleando mendigos con bates de béisbol. Es un trabajo honesto, como el mío o como cualquier otro y me molesta que tengamos que acabar todos enredados en historias que claramente nos superan. También sé que comparados con otros estamos aún entre los mejor enredados y que todavía tienen que empeorar mucho las cosas para que podamos quejamos con soltura, pero en fin, cada uno tira con lo que tiene y sabe mejor que nadie lo que le queda en el plato, lo que tenía antes y lo que le va a quedar después al ritmo que van bajando las montañas de patatas fritas.Visto desde dentro este es un trabajo que cada uno hace lo, mejor que puede. Visto desde fuera no sé muy bien lo que parece. No sé si a la gente, en general, le interesan algo el arte y los artistas, ni siquiera sé si la "gente en general" existe, pero el caso es que Arco se llena todos los años y según me han dicho, es la feria del mundo con mayor agitación no profesional, es decir, que van muchos a mirar y a pasar la tarde, lo cual es estupendo y muy español, porque aqui cualquier reunión termina por ser siempre una juerga o una pelea, da lo mismo que sea Arco, la huelga general o la final de la Copa.

Para los que comen del arte, esta es una feria tan importante como la del calzado para los zapateros, para los que vienen de paseo es una manera muy digna de sacar la cabeza de sus propios agujeros, para los ministros no sé qué será, porque de hecho no sé lo que es un ministro, ni qué cosas les rondarán por la cabeza, para mi es un sitio estupendo al que ir a beber y a saludar a mis amigos del Canto de la Tripulación y a recordar los años en los que mi padre se esforzó por convencerme de que en los cuadros de algunos había algo bueno para casi todo el mundo.

Ray Loriga es escritor.

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