Autotrasplante de pelo

El único medio para recuperar pelo allí donde ya no hay es el trasplante con los propios cabellos. Las últimas técnicas en microcirugía, con anestesia local, permiten un buen resultado estético, aunque no siempre es posible en todos los casos. "El trasplante es factible cuando el área calva no es demasiado extensa", explica Andrés Bellido, director del Instituto Capilar Bellido, que lleva realizadas, más de 200 operaciones de microinjerto capilar en los últimos cuatro años. "Nunca prometemos que vayamos a superpoblar la cabeza, porque de lo que se trata es de redistribuir el pelo que se conserva, disimulando la pérdida del cabello, aunque esto nunca es posible al 100%, a menos que se trate de calvas muy pequeñas, por ejemplo en la coronilla".La solución quirúrgica consiste básicamente en la extracción de una porción del cuero cabelludo de la franja que bordea la nuca y las orejas, genéticamente no predispuesta para perderse. El microinjerto, que permite la división de las matas capilares en grupos de uno a tres cabellos, mediante microscopio, y el implante en la zona calva con una diminuta incisión, ha solucionado los problemas estéticos que planteaban las técnicas tradicionales: con el implante de matas más extensas (técnica de punch) no era posible respetar la dirección natural del cabello, que daba un aspecto de pelo de muñeca. En una sesión de cuatro a cinco horas pueden implantarse unos 2.000 cabellos. La operación cuesta entre 80.000 y 150.000 pesetas y requiere un mínimo de dos sesiones.

Los expertos descartan la utilización de otras técnicas como los implantes de fibras sintéticas, de poliuretano o acrílico. Un reciente estudio, elaborado por especialistas del Reino Unido, publicado en la revista The Lancet, alertaba contra el riesgo de graves reacciones alérgicas e infecciones dermatológicas en el cuero cabelludo, con escaras, e incluso desfiguraciones, de difícil curación. Estados Unidos prohibió estos métodos hace 12 años. "El pelo artificial es un cuerpo extraño, enganchado en la piel mediante un nudo", explica el dermatólogo Eduardo López Bran. "En el mejor de los casos, el riesgo es que se caigan con facilidad. El problema más frecuente es que el nudo provoque fuertes infecciones y haya que extraerlo", añade.