_
_
_
_

Mallorca no es Argelia

El Colegio Alemán se refugia en la isla balear ante la violencia que vive el país magrebí

"El paisaje, el clima y la botánica de Mallorca son similares a los de Argel, pero aquí podemos vivir y disfrutarlos sin la situación de violencia y peligro de allí". Una profesora del Colegio Alemán de Argelia sintetiza la razón del traslado temporal de buena parte de esta institución escolar a la isla balear, a causa de las agresiones integristas que los extranjeros sufren desde hace meses en el país magrebí. Veinte alumnos, hijos de ciudadanos alemanes y de matrimonios mixtos, viven unas largas vacaciones forzadas, un periodo indefinido de estudio en el extranjero.El grupo de estudiantes, de edades comprendidas entre cinco y 16 años, tutelado por cinco profesores y tres padres, ha cambiado desde principios de año las aulas del Colegio Alemán sito en Cheraga por las habitaciones de un hotel de apartamentos para turistas en la bahía de Palma de Mallorca. Por razones de seguridad personal, ninguno de los interlocutores quiso identificarse. El director del colegio se negó a realizar manifestaciones y durante más de dos horas permaneció hablando por teléfono.

Más información
El FIS pide el cese de atentados contra extranjeros, civiles y militares no implicados en la represión

"Por ahora no podemos regresar a Argelia", indicó uno de los tutores. "No tenemos ninguna comunicación oficial, pero si la situación no cambia continuaremos en Mallorca". A principios de año, los padres y profesores de la institución alemana, apoyada por el Gobierno de su país y radicada en la zona residencial de Cheraga, cerca de Argel, determinaron que era imprescindible alejar a los niños del clima de violencia y tensión que se vive en Argelia. De los 49 alumnos, tras las vacaciones de Navidad sólo seis se reincorporaron a clase. La mayoría se quedó en Alemania.

Cuando a mediados de enero llegó la expedición a Mallorca, ocupó un hotel en la playa de Palma. Días después prefirió establecerse en un establecimiento que alquila apartamentos con cocina incluida. "No se nota en absoluto su presencia, son unos clientes más educados y silenciosos. Es como si no estuvieran", manifestó un recepcionista del hotel. El aula central del colegio provisional está en la última planta de bloque de apartamentos turísticos. Ayer al mediodía, tras un almuerzo a base de ensalada de zanahoria y un guisado de verduras, el alumnado reanudó una clase unitaria de estudio. Antes de sus clases vespertinas, la mayoría correteó por las terrazas y zonas deportivas.

El más pequeño, un niño rubio de cinco años, se entretenía con un tebeo. A su lado, dos niñas repasaban matemáticas y hacían guiños al fotógrafo. En una esquina de la gran mesa de la sala comedor tres muchachas de 15 años, de tez y pelo morenos, leían el mismo libro. Una profesora nos las señaló y solicitó que no aparecieran en las fotos. "Es por razones de seguridad", agregó. "Ellas algún día han de regresar, porque sus padres son argelinos".

La dirección del colegio tiene previsto prolongar varias semanas la estancia en Mallorca. La presencia de dos furgonetas del centro con matrícula argelina aparcadas en la entrada del hotel, trasportadas en barco desde Argel, no dan sensación de provisionalidad. El gasto de, la estancia corre a cargo de los presupuestos ordinarios del colegio.

El traslado definitivo de la institución a Mallorca, un lugar a poco más de una hora de vuelo de avión de Argelia, no es un propósito inmediato. Un empleado de la Embajada alemana en Argel, padre de uno de los alumnos, dijo que de los 300 alemanes que vivían en Argelia, ahora sólo quedan en el país la mitad. Un reportero de la televisión alemana, padre de un alumno, aprovecha la visita para realizar un reportaje. Este padre cree que los niños no se han librado de las consecuencias psicológicas de la situación argelina. "Desde que en Argelia se vive este clima de violencia mi hijo se sobresalta por nada", dice.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_