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La policía revisa sin orden judicial las sedes de los grupos de la Asamblea

Jan Martínez Ahrens

Dos policías revisaron el pasado miércoles sin orden judicial las sedes de los grupos parlamentarios de Izquierda Unida (IU) y del Partido Popular (PP) en la Asamblea de Madrid. El local de IU fue inspeccionado sin que hubiera nadie en su interior. Los agentes, que pidieron a los vigilantes jurados que les acompañaban que no notificasen su presencia a nadie para evitar la "alarma", fueron expulsados de las dependencias parlamentarias por la portavoz adjunta del PSOE, Dolores García Hierro.La diputada les requirió el permiso judicial del que carecían cuando intentaban controlar la sede socialista. Tampoco la Asamblea o los grupos parlamentarios les habían autorizado.

Eran las nueve de la noche del miércoles, víspera de, la huelga general, y horas antes los GRAPO habían colocado dos paquetes bomba en Madrid. El edificio, situado en Princesa, 3, alberga en su segunda planta la Dirección Provincial de Trabajo, donde los GRAPO colocaron un paquete bomba el pasado 3 de marzo. Las oficinas parlamentarias están tres plantas más arriba.

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La Delegación del Gobierno afirmó que los policías pertenecen al cuerpo de artificieros y se habían dirigido al edificio ante la sospecha de que pudiese existir un paquete bomba.

El informe elaborado por los vigilantes jurados señala que los policías entraron para "inspeccionar los grupos por seguridad ante la huelga general".

La entrada de la policía sin orden judicial causó ayer una reacción en cadena en medios políticos. Pd día siguiente -ayer-IU denunció el "registro" ante el juzgado de guardia, solicitó el amparo del presidente de la Asamblea y exigió explicaciones "inmediatas" a la Delegación del Gobierno.

PASA A LA PÁGINA 3

La Presidencia de la Asamblea de Madrid considera "muy grave" la entrada de los agentes

VIENE DE LA PÁGINA 1La Presidencia de la Asamblea de Madrid calificó el control de sus dependencias de "muy grave e inaudito" y afirmó que elevará una protesta ante la Delegación del Gobierno, de la que dependía el operativo.

Al hilo de las críticas, un portavoz de la Cámara autónoma, que desconocía la explicación de la Delegación del Gobierno, recordó la inviolabilidad de la que gozan las dependencias parlamentarias. La Presidencia decidió reunir hoy a la Mesa de la Asamblea -órgano de control parlamentario con representación de todos los grupos- para tratar el caso.

La Delegación del Gobier no, dirigida por un destacado militante socialista, salió al paso de las críticas y explicó que la entrada de los dos artificieros en el recinto parlamentario se enmarcaba en una operación de seguridad tras los atentados perpetrados el martes y e miércoles en Madrid por las bandas terroristas ETA y GRAPO.

Acompañados y acreditados

Los agentes del Tedax (grupo de desactivación de artefactos explosivos) llegaron, según la Delegación del Gobierno, debidamente acreditados y se identificaron ante los vigilantes que, en todo momento, les acompañaron.

Tras inspeccionar la Delegación Provincial de Trabajo , re visaron la sede de IU, que estaba vacía. "Ningún responsable del grupo autorizó inspección alguna a las Fuerzas de Seguridad del Estado para que entrasen en la sede", señala la denuncia presentada ayer por la portavoz parlamentaria de IU, Isabel Vilallonga. Esta denuncia recoge el informe diario que elabora la empresa de seguridad -VINSA- encargada de custodiar las dependencias.

A, este motivo de queja, diversos miembros de la coalición sumaron su extrañeza por a presencia de los "supuestos agentes" y los motivos de su entrada. La falta de explicación encendía las suspicacias. "Eso de la seguridad por la huelga, no vale para entrar en la sede de un grupo parlamentario", señaló un portavoz de IU.

Los policías revisaron posteriormente la sede parlamentaria del PP. El control, según un militante popular presente, no fue excesivamente minucioso.

Los policías miraron la secretaría del grupo, deslizaron la mirada por las mesas y recorrieron los pasillos. "No llegaron a entrar en los despachos", recordó una portavoz del grupo parlamentario del PP.

Controles habituales

"Me pareció normal, sólo me extrañó que no entrasen con perros que es lo habitual en caso de bombas", dijo el secretarlo del grupo parlamentario popular, Manuel Cobo, quien vio pasar por la puerta a los agentes.

"Hemos recibido más de 30 avisos de bomba y sufrido un atentado en la primera planta. Los controles ya son costumbre", añadió Cobo.

Los dos artificieros se dirigieron finalmente a la sede parlamentaria del PSOE. Allí, la diputada socialista Dolores García Hierro les solicitó la orden de registro judicial. Ante la ausencia de autorización, la portavoz adjunta del grupo parlamentario les pidió que se marcharan.

Un portavoz de la Presidencia de la Asamblea recordó que las dependencias de los grupos pertenecen a la institución y que en ellos desarrollan su trabajo los diputados. "La inviolabilidad del grupo es total, la policía sólo puede entrar con autorización del presidente o de los grupos parlamentarios", agregó el citado portavoz.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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