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La actitud PC

Rosa Rivas

En Estados Unidos, PC significa mucho más que Personal Computer (ordena dor personal). "Políticamente correcto" es el significado que han dado a estas siglas las minorías sociáles discriminadas que agarraron las letras y el concepto como reivindicación básica. En un país donde la mezcla no equivale al mestizaje sino al cada uno en su sitio, la "actitud PC" es sinónimo de respeto a la identidad, aunque ahora comienzan a surgir voces que acusan al movimiento PC de fomentar la censura.La ola correcta empezó salpicar a finales de los año s ochenta, pero fue a partir de 1991 cuando el correctismo se impuso con fuerza. Comenzó la carrera por el eufemismo y parecía que iba a ser necesario un libro de estilo hasta para ir al dentista. Hasta la cadena de televisión MTV lanzó la campaña Free your mind (Libera tu mente) para insistir en la aceptación del multiculturalismo y el respeto a las diferencias personales.Al fragor de la corrección política se editaron numerosos y sesudos libros y también un diccionario de bolsillo. "Ten cuidado con lo que dices. Si no eres PC, ni siquiera tu mascota -perdón, tu animal de compañía- te querrá. Sé sensible", advertían Henry Beard y Christopher Cerf al presentar su Diccionario Políticamente Correcto.

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En las universidades surgieron comités de vigilancia formados por estudiantes y, en el espinoso asunto del acoso sexual, hasta los propios centros editaron normas de comportamiento para profesores y alumnos. Los profesores tienen que tener cuidado a la hora de tratar a sus alumnos y evitar actitudes sexistas o racistas y éstos a sus compañeros. Y lo intentan: "¿De dónde eres?",, "Española", "Ah, ¿Hispanic?", "Ella es latino", "Querrás decir latina". Incluso ofrecen ventajas: "Podrías optar a una beca. Eres doble minoría: hispanic y mujer".

Mientras en el resto del mundo, los habitantes de EE UU son simplemente "los americanos", éstos son "realmente" afroamericanos, nativoamericanos, latinos, asiático-americanos, italoamericanos... o cualquier denominación que designe con propiedad las raíces profundas de la persona. Se prefiere este término al de hombre o mujer. Los medios de comunicación, los políticos, los académicos y la ciudadanía se han esforzado por hallar nombres neutros. Así, en vez de locutor/a (anchorman, anchorwornan) se dice talent, y quienes filman son camera person.

En las tarjetas para invitar a una fiesta o a un estreno ya se pone el generalista "acompañante", para evitar comprometidas referencias a novio, novia, marido, o esposa. Incluso, para algunos/as radicales, a la palabra woman parece sobrarle el man.

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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