Un consumidor halla en su paquete de tomate un objeto descompuesto de olor repugnante

El hedor al abrir el cartón de tomate frito los echó para atrás. Una de las hijas de Carlos B. decidió abrirlo del todo para conocer el origen del olor. Y ante la repugnancia del resto de la familia encontró un objeto orgánico, medio descompuesto, brillante y del tamaño de una bola de pimpón. El descubrimiento ocurrió el miércoles por la tarde. Tras dar algunas vueltas sin saber qué hacer con el bote, de la marca Apis, Carlos B., de 47 años, presentará una denuncia en la oficina del consumidor. Pero no podrá aportar como prueba "la cosa" que hallaron en el paquete.

"No se puede imputar nada contra el producto una vez abierto", explican fuentes del departamento regional de Consumo. Y sin abrir el cartón no se puede saber lo que hay dentro, así que el consumidor queda indefenso.En un primer momento, el asco se mezcló con la indecisión. Carlos no sabía qué hacer con el visitante: si se deshacían de él, no podría denunciar la irregularidad, pero tenerlo mucho tiempo en la nevera tal vez iba a afectar al resto de los alimentos guardados en ella. El cartón de tomate fue adquirido hace unos días -no pueden precisar con exactitud cuándo- en el hipermercado Jumbo. Pero allí declinan las responsabilidades. "Nosotros somos sólo intermediarios con el proveedor", explica el gerente del departamento de alimentación, Ignacio Romero, "y además, no hemos recibido ningún tipo de reclamación del estilo de la de ese señor", concluye.

Carlos se dirigió al hipermercado poco después de haber abierto el envase de tomate para ver si quedaban otros con la misma fecha de caducidad -5 de noviembre del próximo año 1995-, que coincidiesen con el lote del suyo y tuviesen el mismo grado de descomposición; pero no halló ninguno.

Entrada de aire

"Lo mejor es que pongan una denuncia en Consumo y que se deshagan cuanto antes de lo que se hayan encontrado dentro" asegura Julio Gomáriz, jefe de análisis y de control de calidad del departamento de Consumo de la Comunidad de Madrid. No obstante, Gomá,riz recomienda que en estos casos el consumidor se dirija a los la boratorios de higiene municipales para que efectúen un análisis del envase, "si así los afectados se quedan más tranquilos".

El tomate frito Apis lo produce y envasa la empresa Carcesa, sita en Badajoz. Allí achacan el suceso a una posible "entrada de aire" en el envase, que propiciara una "generación de hongos", según explica Juan Luis Morera, director técnico de Carcesa, "a pesar de que el hermético está garantizado", añade. "El envasado en brik se lleva a cabo en un circuito aislado, con tratamiento estéril, por tanto parece improbable que nadie lo haya podido manipular", asevera Morera.

Julio Gomáriz refrenda el diagnóstico en principio. Según él, es prácticamente imposible interferir en la cadena de envases. Por lo tanto, descarta a primera vista un posible sabotaje por parte de alguien interesado en fastidiar a la empresa de envasado, aunque asegura que no es posible emitir un diagnóstico sin investigar bien los hechos.

La empresa que produce y envasa el tomate frito Apis, Carcesa, según explica Morera, su director técnico, produce más de 200 millones de envases de tomate al año. "A veces se presentan casos de mal estado de alguno", reconoce Morera; pero lo normal es que la putrefacción del tomate se produzca cuando el consumidor abre el cartón por una esquina y lo deja en la nevera durante varios días. "En la parte alta del paquete se acumula aire y se crea un régimen de humedad que propicia la generación de hongos", concluye. Julio Gomáriz explica desde el departamento de Consumo: "Si se producen más de un millón de botes, no hay posibilidad estadística de que salga todo perfecto en un 100%.

En un mar de indecisión, Carlos B. creyó ayer encontrar el camino para deshacerse del envase y de su inquilino en el teléfono de información municipal, 010. Una señorita tomó nota de los datos, le dio un número de expediente y le aseguró que mandarían sendas inspecciones a Jumbo y a la empresa de envasado. "Llámenos dentro de 20 días". En el 010 le recomendaron tirar el inquilino a la basura. Pero el cliente piensa llevarlo a un laboratorio para que le expliquen qué es.