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El Gobierno canario negocia recuperar Lobos

El islote cercano a Fuerteventura podría ser repoblado con focas monje

"Hay tantos lobos marinos que maravilla", escribió un cronista del siglo XV sobre el islote e Lobos,- refiriéndose a la abundante colonia de focas monje que lo pobló en el pasado. Hoy se sabe que un único ejemplar de esta especie, probablemente procedente de la isla de Madeira, visita regularmente las islas orientales del archipiélago canario. En este área se encuentra Lobos, un islote situado al noreste de Fuerteventura. Propiedad de una sociedad alemana, está en el punto de mira de los ecologistas, que desean la vuelta de la foca monje a la zona, y del Gobierno de Canarias, que se propone su regeneración.El islote está en manos privadas casi desde los tiempos de la conquista de las islas por los castellanos. Maciot de Bethencourt fue su primer dueño y hoy la isla es propiedad de la sociedad alemana Geafond, salvo una zona de dominio público. El Gobierno autonómico podría comprarlo, aceptar su cesión o simplemente, garantizar por ley su conservación. Fernando Redondo, consejero de Política Territorial del Gobierno de las islas, explica que el proceso está aún en fase de negociación, pero precisa: "El 50% del territorio canario es espacio natural protegido y eso no significa que tengamos que comprar la' mitad del archipiélago".

En la actualidad, el islote no sólo ha perdido a las focas que le dieron nombre, sino que también en los últimos 10 años ha padecido un proceso de degeneración que Fernando Redondo explica, en parte, porque su cercanía a la costa de Fuerteventura permite acceder a él "con un simple barquillo".

El islote, que tiene forma triangular y una longitud máxima de tres kilómetros, está deshabitado, aunque es frecuentado por numerosos turistas, que no siempre lo tratan con el respeto que merece. Por ello, y aunque fue declarado parque natural en 1987 por la Ley de Espacios Naturales de Canarias, el Gobierno regional se had ecidido a. intervenir. La Asociación Canaria de Amigos de la Naturaleza (Ascan) entregará próximamente a la Administración autonómica el plan rector de uso y gestión del islote, en el que viene trabajando desde el verano de 1992. La propuesta de los ecologistas, según explica su presidente, José Julio Cabrera, trata de poner de manifiesto los valores naturales y culturales de Lobos e idear los medios para hacer compatible su uso científico, didáctico y también turístico, con la conservación medioambiental.

El regreso de la foca monje figura en los planes de los ecologistas. Sin embargo, si los lobos volvieran, los turistas se verían obligados a cederles la playa de la Calera y limitarse a la del Puertito, de donde tendrían que desaparecer algunas construcciones ilegales.

Aunque hay ejemplares dispersos en torno a Madeira y en el Mediterráneo, en la costa del Sáhara occidental y Mauritania sobrevive una colonia de más de un centenar de animales, que es mimada con celo por los científicos.

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