Incendiado en un ataque racista el comercio de un turco en Alemania
El comercio de una familia turca resultó destruido ayer por la mañana en la localidad alemana de Kaltenkirchen, en el norte del país, en un incendio intencionado de motivación xenófoba, según informó la policía. Unos desconocidos prendieron fuego al establecimiento después de romper la puerta, mediante el lanzamiento de varias botellas con un líquido inflamable.Un peatón que observó las llamas avisó a los bomberos, que lograron apagar el incendio cuando el fuego había destruido por completo el local y los artículos que en el mismo se encontraban almacenados.
Por otra parte, en Nuremberg, un refugiado turco resultó muerto en un incendio que se declaró ayer por la mañana en un centro de acogida para solicitantes de asilo político. El incendio fue debido presuntamente a una negligencia.
En el siniestro resultaron heridas de consideración otras 14 personas. El fuego se inició en el hueco de la escalera del último de los cuatro pisos del inmueble, cuando se encontraban reunidos muchos de sus ocupantes. 116 personas tuvieron que ser evacuadas.
Un portavoz de la policía aseguró que no existe ningún indicio de intencionalidad criminal. En principio, el origen de las llamas se atribuye a una colilla mal apagada. El fallecido es un ciudadano turco, de 40 años, que fue rescatado de las llamas por los bomberos con vida, pero falleció como consecuencia de las quemaduras. Su hijo, de 16 años, y su hija, de 12, sufrieron también graves quemaduras y se encontraban en estado crítico.
La noche anterior a Navidad, un grupo de asaltantes no identificados trataron de prender fuego a la casa de un grupo de inmigrantes rusos en la pequeña ciudad de Werbig, cerca de Postdam. La policía no ha encontrado pistas sobre los agresores que arrojaron un objeto en llamas a una casa ocupada por rusos de origen alemán. No se registraron víctimas en este incidente.
Grupos neonazis alemanes han protagonizado numerosos ataques a casas donde residen extranjeros desde la unificación del país en 1990.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Agresiones físicas
- Racismo
- RFA
- Xenofobia
- Delitos odio
- Ciencias políticas
- Inmigrantes
- Integridad personal
- Ultraderecha
- Discriminación
- Alemania
- Unión Europea
- Inmigración
- Organizaciones internacionales
- Prejuicios
- Ideologías
- Problemas sociales
- Relaciones exteriores
- Delitos
- Migración
- Política
- Demografía
- Sucesos
- Sociedad
- Justicia