El uso de los idiomas amenaza el acuerdo para convertir el Senado en la Cámara autonómica

El uso de los idiomas de las nacionalidades amenazó a última hora de ayer el acuerdo sobre la reforma del reglamento del Senado que dará luz verde a la Comisión General de Autonomías. Su creación será el primer paso para constituir el Senado como Cámara de las autonomías. Los nacionalistas catalanes pretenden que, "siempre que la mayoría de los portavoces de los grupos lo decidan", se puedan usar las lenguas cooficiales en la comisión de autonomías. El anuncio del PSOE de abstenerse cuando CiU plantee esta propuesta en el pleno del Senado del 11 de enero, que abrirá el camino definitivo a la comisión de autonomías, originó anoche la amenaza del PP de retirar su apoyo a la reforma.

Este conflicto político sorprendió en la tarde de ayer a los partidos, cuyos representantes en la comisión de la reforma del reglamento del Senado habían llegado a un acuerdo al mediodía. Todos los grupos, con la única abstención del PNV, habían dado luz verde al mediodía a la reforma del reglamento del Senado. El acuerdo abre la pista para que a partir de febrero -y tras la aprobación definitiva en un pleno el 11 de enero- sea a esta Cámara donde se traslade el debate de todos los problemas que afectan al Estado de las autonomías, con la participación de sus principales interlocutores: los gobiernos central y autonómicos y los partidos.Socialistas y populares aceptaron por la mañana numerosas enmiendas del PNV y de CiU. Entre ellas el reconocimiento de la capacidad legislativa de la Comisión General de Autonomías; la información previa del Gobierno a la comisión de autonomías de los nombramientos de los miembros del Tribunal Constitucional; la representación de la comisión en las organizaciones internacionales en temas que afecten a los territorios y la utilización de las lenguas de las nacionalidades en el pleno del inicio de la legislatura.

El último escollo

El debate sobre la utilización de las lenguas de las nacionalidades había sido el último escollo para alcanzar el acuerdo en la comisión al mediodía. El PP amenazó con retirar su apoyo si salía adelante la propuesta de CiU y PSOE de utilización de las lenguas "siempre que la mayoría de los portavoces de los grupos lo aprobaran". Socialistas y nacionalistas catalanes cedieron en este punto para evitar el naufragio de una reforma, que está debatiéndose desde 1987, como ayer recordó el presidente del Senado, Juan José Laborda.

Pero por la tarde, durante la reunión que mantuvieron delegaciones del PSOE y del PP para acordar el impulso democrático, los socialistas anunciaron su abstención en la votación del pleno del Senado del próximo 11 de enero ante la enmienda que CiU decidió mantener. El PP respondió que, en el caso de que los socialistas no se unieran a su rechazo, no votarían la reforma. El anuncio lo hizo el vicesecretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, en la rueda de prensa posterior a la reunión. El representante del Gobierno, el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, expresó la intención mediadora del PSOE para conseguir alcanzar un acuerdo antes del pleno del 11 de enero y aprobar definitivamente la Comisión General de Autonomías.

De constituirse la comisión en febrero, tal y como estaba previsto ayer, se dará un paso histórico. Será un órgano embrionario de la Cámara territorial en la que se transformará el Senado en el futuro. Como tal ejercerá numerosas competencias en materia autonómica, desde la iniciativa legislativa en cuestiones como el Fondo de Compensación Interterritorial y la Administración local hasta la consulta en todos los temas que afecten a las autonomías.

Además formulará al Gobierno central sus criterios sobre la representación española en todos los foros internacionales con participación territorial; se pronunciará sobre la necesidad de autorización de las Cortes sobre los convenios que acuerden las comunidades autonómicas y conocerá los acuerdos que se alcancen en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La clave de la operatividad de la Comisión General de Autonomías y del futuro Senado como Cámara territorial está en su capacidad de integrar a los partidos nacionalistas y regionalistas, según reconoció ayer mismo el presidente del Senado, Juan José Laborda.