El 'HubbIe' sale hoy del taller de reparaciones Desplegó con dificultad sus nuevas alas

Supuestamente arreglado y en perfecto orden de inspección, el telescopio Hubble dejará hoy a las 7.08 hora peninsular española su taller de reparaciones en la bodega del transbordador Endeavour y volverá a su soledad orbital, a casi 600 kilómetros de altura. Ayer, durante el último paseo espacial, dos astronautas tuvieron que correr para completar el trabajo, ya que se añadió el giro a mano de los paneles solares plegados, que no respondieron a las órdenes de tierra.En total, los astronautas han hecho, por parejas, 35 horas y 28 minutos de paseos espaciales, un récord para Estados Unidos, pero no mundial, ya que lo sigue teniendo la ex-URSS.Ayer fue el día de mayores nervios en la misión espacial que comenzó el jueves de la pasada semana. El paseo, previsto para poco más de cinco horas, se alargó más de siete, cuando los paneles solares, plegados y en paralelo al cuerpo del telescopio no respondieron a las órdenes de tierra para girar y situarse en perpendicular al satélite, listos para desplegarse.

Story Musgrave y Jeffrey Hoffinan, los dos astronautas encargados de este último paseo, tuvieron que girar a mano el eje de un panel, esperar a que el telescopio fuera girado 180 grados y hacer lo mismo con el otro.

Además, un microprocesador ,instalado el día anterior por otros dos astronautas en el ordenador de a bordo parecía no funcionar correctamente. Finalmente el control de tierra achacó la falta de señal a un fallo transitorio en las comunicaciones con el transbordador y dio por buena la reparación.

Empujón orbital

Antes de que empezara el paseo, el comandante del transbordador encendió brevemente los motores para subir un poco de órbita y dejar hoy el telescopio algo más elevado de lo que lo había encontrado. El instrumento, de 11.000 kilos de peso, ha descendido ocho kilómetros en tres años, por el rozamiento con la débil atmósfera y el ligero tirón gravitatorio. Ayer quedó a 590 kilómetros de altura.Musgrave y Hoffman, entre las 4.37 y las 11.52, hora peninsular española, habían instalado nuevos elementos electrónicos en diversas partes del telescopio, capuchones de protección para los magnetómetros situados en la parte superior y, en una operación de bricolaje no prevista, cubierto una zona expuesta del escudo térmico que podría soltarse y afectar a la visión del Hubble.

A las 11.05, con los astronautas mirando desde la bodega y a punto de entrar otra vez en el transbordador, ya que el agotamiento de las baterías no les permitía prolongar el paseo, se empezaron a desplegar sin problemas los dos nuevos paneles solares respondiendo a las órdenes de tierra. Así, el telescopio quedaba listo para ser soltado. El despliegue de los paneles solares era una incógnita porque debido a su fragilidad y gran tamaño no se puede probar en tierra.

A pesar de que las reparaciones podrían haber continuado hoy en caso de necesidad, la NASA estaba empeñada en que los astronautas terminaran todo ayer, por lo que tuvieron que apresurarse al final para recoger todos las herramientas e instrumentos y no tener que salir más antes de volver a Tierra el próximo lunes. Es posible, sin embargo, que la vuelta se adelante un día.

En todo caso, antes de varias semanas "cuando quitemos los vendajes", en palabras de un astrónomo del Instituto del Telescopio Espacial, no se podrá saber si las reparaciones han dado el resultado buscado: devolver al Hubble la capacidad de ver más lejos y mejor que tenía en la mente de sus diseñadores.